La Ley de Amnistía, que tanto condicionó el debate político para la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, ha sido finalmente rechazada en el Congreso de los Diputados, después de que los siete representantes de Junts per Catalunya hayan votado en contra del proyecto de Ley. La formación soberanista catalana, una de las principales responsables para que esta iniciativa se llevara a la Cámara baja, ha retirado su apoyo a esta norma después de que el PSOE rechazara las enmiendas presentadas por Junts para sacar del texto legislativo los delitos de terrorismo vinculados con el Procés.
De esta forma, con 179 votos en contra y 171 a favor -entre los que se incluyen los 6 de EH Bildu y los 5 del PNV-, la Ley de Amnistía vuelve así a la Comisión de Justicia para, durante el plazo próximo de un mes, seguir siendo estudiada por las diferentes fuerzas políticas representadas en el Congreso de los Diputados. Especialmente por Junts. Los principales instigadores de esta norma que perdonaría los delitos realizado realizados durante el Procés catalán y permitiría la vuelta de Carles Puigdemont a España.
Con la devolución de este texto, se acaba con una de los dos intentos que Sánchez y el Partido Socialista tienen para aprobar esta ley. Norma sobre la que se sustenta buena parte de esta legislatura y cuyo fracaso podría suponer la pérdida del apoyo de Junts en la Cámara y, por tanto, la pérdida de la escasa mayoría absoluta que mantiene el gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar.
Pese a que la norma se ha echado para atrás, todavía queda una oportunidad para que el grupo liderado por Miriam Nogueras cambie de parecer. Mientras, el resto de fuerzas independentistas y soberanistas en las que se apoya el actual Ejecutivo central sí han votado a favor de una medida que, a juicio de EH Bildu y PNV es "una oportunidad histórica".
En concreto, durante su intervención en el hemiciclo, el portavoz de la coalición abertzale, Jon Iñarritu, ha insistido en que esta es una ley positiva y "totalmente necesaria" para el conflicto de Cataluña pueda resolverse en "otro marco" que no sea el judicial, "al que no tuvo que llegar nunca". Iñarritu, además, ha defendido el Procés independentista como un suceso "plenamente pacífico", donde "la única violencia fue la violencia similar del 1 de octubre".
Por su parte, Mikel Legarda, diputado de los nacionalistas vascos, también ha defendido esta norma, pero ha criticado la "retórica exaltada" y el "activismo judicial" que se ha realizado en las últimas semanas, hasta el punto de que se ha acabado "distorsionado del terrorismo".