Al borde de terminar su tercera y última legislatura, y en la misma semana donde previsiblemente se vayan a convocar las elecciones autonómicas que marcaran el fin de su trayectoria como lehendakari, Iñigo Urkullu aprobará el nuevo decreto de Normalización del Uso del Euskera en el Sector Público Vasco. Una medida que permitirá realizar total o parcialmente en euskera los exámenes para obtener un puesto de trabajo en la administración vasca. Dejando así, según han denunciado desde el PP vasco, a una parte de la sociedad sin posibilidad de acceder a dichas pruebas.
El texto, firmado por Urkullu junto a los seis consejeros de las áreas afectadas -todos jeltzales- debía haberse votado en el Consejo de Gobierno, pero su aprobación acabó posponiéndose después de que le lehendakari cancelara toda su agenda para acompañar a su madre, Flori Renteria, que se encontraba en un estado de salud delicado y acabó falleciendo este martes.
Así, el futuro decreto, cuya votación se ha pospuesto al próximo Consejo de Gobierno, y que sustituirá al actual de 1997, saldrá adelante también con el beneplácito de la parte socialistas del Ejecutivo. Que si bien se ha mostrado habitualmente contraria a muchas de las políticas lingüísticas planteadas por el Gobierno -como la casi desaparición de los Modelos Lingüísticos en la Ley de Educación-, acabará votando a favor de un texto que pondrá en vigor unos perfiles lingüísticos mucho más flexibles a los actuales. Así como nuevas formas para acreditarlos a la hora de presentarse a un puesto de trabajo en la Administración Pública vasca.
Una medida planteada con el fin de adaptar estas pruebas a lo que desde el Ejecutivo ven como la nueva realidad sociolingüística de Euskadi y que puede llegar a afectar a casi 150.000 empleados. Ya sea de las administraciones y empresas públicas, las sociedades o los diferentes consorcios vinculados al Gobierno vasco, las Diputaciones Forales y los Ayuntamientos. Incluidas aquellas empresas privadas subcontratadas.
Una práctica habitual en Cataluña y Galicia
Según han confirmado desde el departamento de Cultura, encargado del desarrollo de este decreto y dirigido por el consejero y portavoz del Gobierno, Bingen Zupiria, las pruebas de admisión para aquellas instituciones "que diariamente trabajan en euskera" y para las que sea necesario acreditar obligatoriamente cierto nivel en este idioma, sí podrán ser íntegramente en euskera o, al menos, parte de ellas "dado que el o la aspirante se incorporará a una plaza donde trabajará en euskera.
Justifican que este planteamiento "no es algo nuevo en otros rincones del Estado", sino una práctica habitual tanto en otras Comunidades Autónomas como Cataluña y Galicia; como en el Gobierno de España cuando se utiliza el inglés en determinadas pruebas dirigir a un puesto de trabajo donde este idioma es "necesario" en el día a día"Lo que hace el decreto es incorporar esta práctica que ya se viene haciendo en otros ámbitos. Pero no tiene por qué ser generalizado. La idea es que se pueda hacer en aquellas en las que se trabaje en euskera", matizan.
Además, en el caso de los empleados subrogados que entren a trabajar de cara al público, estos contarán con medios similares a quienes formen parte directa de la administración pública para acreditar su perfil lingüístico. Un proceso que irá a cargo de la institución contratante.
Por otra parte, una de las novedades incluidas en este decreto y en referencia a los criterios lingüísticos establecidos en el ámbito municipal, establece un sistema más flexible de asignación de perfiles dentro de la administración. dividiéndolo en dos conceptos: la comprensión y expresión escrita, y la comprensión y expresión oral. Lo que deja una división de tres tipos: el simétrico, donde el idioma debe dominarse tanto de forma oral como escrita; el asimétrico, en el que las competencias escritas y orales están muy desequilibradas; y el parcial, dirigida sobre todo a personas con discapacidad física y sensorial y que abarca aquellos puestos donde no se puede acreditar una de estas dos competencias.
Ajuste a la decisión de los tribunales
A la hora de acreditar los perfiles, el decreto mantiene en vigor los sistemas actuales: ya sean las pruebas del Instituto Vasco de Administración Pública (IVAP), la convalidación de títulos, y la exención por haber concluido el Bachillerato con un B2 en euskera; e incluye dos más, superar una prueba del proceso selectivo en euskera, y demostrar el uso "fehaciente" del euskera en el puesto de trabajo.
Este nuevo decreto se aprobará en un momento donde las instituciones vascas están enzarzadas en una pugna constante con el Tribunal Constitucional y el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que en los últimos meses han publicado numerosas sentencias contrarias a los intereses del Ejecutivo vasco en materia lingüística. Entre ellas, una serie de fallos que anularon parte de la conocida como Ley Municipal, relativa al uso prioritario del euskera.
Por esta razón, en el texto final, que cuenta con el aval del órgano jurídico asesor del Gobierno vasco (Cojua), se han eliminado todas las referencias a los apartados tumbados en estos tribunales y establece el uso igualitario del euskera y el castellano.
Rechazo absoluto del PP
Para el Partido Popular de Euskadi, la futura aprobación de este decreto no es más que una medida que "margina a la mayoría de los vascos", puesto que, como denunció el presidente del PP vasco y candidato en las autonómicas, Javier de Andrés, "no van a poder examinarse de unas oposiciones públicas", por el hecho de no conocer este idioma.
El presidente popular a su llegada a la Junta Directiva del PP en Génova, incidió en que "imponer" el euskera como requisito para realizar estas oposiciones "deja fuera y marginada a una mayoría de vascos que no van a poder examinarse de unas oposiciones públicas, porque no lo pueden hacer en euskera, que es una lengua que habla una parte minoritaria de los vascos".
A su juicio, este decreto es "completamente contradictorio" con la búsqueda de los mejores funcionarios y de los mejores servicios públicos, en un momento donde, como ya ocurre en Osakidetza, los profesionales abandonan Euskadi "porque no consiguen consolidar la plaza porque no tienen euskera".
"Se vuelve a dar una vuelta de tuerca dificultando clarísimamente el buscar gente con mérito, que es lo que tiene que estar por encima de todo", destacó De Andrés.