Las elecciones autonómicas vascas están, a cada día que pasa, un poco más cerca. No se conoce todavía la fecha oficial y el lehendakari, Iñigo Urkullu, no ha dado apenas pistas de cuando tendrán lugar estos comicios. Pero con la investidura de Pedro Sánchez cada vez más segura, todo parece indicar que marzo será el mes elegido. Los diferentes partidos políticos de Euskadi son muy conscientes de ello, y esto empieza a notarse también en la actividad del Parlamento vasco, e incluso, dentro del Ejecutivo autonómico.
Esto ha quedado claro este martes en el pleno de la Cámara autonómica cuando PNV y EH-Bildu, a propuesta de la formación abertzale, han votado a favor de un texto que condene "con firmeza" las recientes sentencias del Tribunal Superior de Justicia de País Vasco (TSJPV) en contra de "la revitalización del euskera", y en el que se da un apoyo explícito a la manifestación convocada por Euskalgintzaren Kontseilua para este próximo sábado 4 de noviembre en Bilbao.
Tras las sentencias del TSJPV a raíz de los recursos presentados por Vox y PP -por los que se anulan varios artículos de un decreto del Gobierno vasco sobre normalización del uso institucional y administrativo del euskera en las instituciones locales de Euskadi-, esta iniciativa presentada por EH-Bildu, tenía como objetivo rechazar dichos fallos. Los cuales, según ambas formaciones "vulneran la Ley Municipal" aprobada con mayoría absoluta en el Parlamento autonómico y representan una "ofensiva contra la normalización", de una de las lenguas cooficiales del País Vasco.
Así, con los 54 votos que reúnen PNV y EH-Bildu, la Cámara vasca denuncia "con firmaza" estos fallos, los cuales "atentan contra le revitalización del euskera", y contra el "amplio consenso social". Sumándose así a la declaración que el pasado 10 de mayo realizó Kontseilua.
En defensa de la "multiculturalidad" y el "pluralismo"
Sin embargo, al aprobar este texto, en la cámara vasca se ha dado muestra también de las disidencias internas que vive el Ejecutivo vasco. Quitando la abstención de Elkarrekin Podemos-IU, todos los partidos restantes, incluido el PSE-EE han votado en contra de esta iniciativa parlamentaria. Dejando en claro que socialista y jeltzales -quienes gobiernan juntos tanto en el Ejecutivo autonómico como en las disputaciones y numerosos ayuntamientos-, cuentan cada vez con un discurso más alejado el uno del otro, y comienzan a priorizar lo que pueda ocurrir en las próximas elecciones vascas.
Durante este debate donde ambos socios de Gobierno no se han preocupado en ocultar sus diferencias el parlamentario del PSE-EE, Alberto Alonso, ha salido tímidamente en defensa de los jueces cuyo papel, ha recordado, es el de "interpretar las leyes y encargar de que "nadie se salte las reglas del juego".
Así, ha lanzado un dardo contra la izquierda abertzale -y también contra su socio de Gobierno-, y ha insistido en que el euskera "no es monopolio de los abertzales", y que su formación, además de ser "fundamental en la aprobación de la Ley del euskera", es también defensora de "la multiculturalidad y el pluralismo", frente a quienes "buscan la homogeneidad cultural y lingüística".
Por su parte, el parlamentario del PNV, Aitor Urrutia, ha vuelto a criticar los fallos del TSJPV -algo que ya han realizado en varias ocasiones los jeltzales-, y los ha valorado como "una sentencia del miedo". "Cada vez que se plantea en el ámbito del euskera seguir avanzando, la normalización del euskera se encuentra con el miedo de que el castellano va a desaparecer, y esto no es así porque el castellano tiene muy buena salud en Euskadi; no sé si sobre el euskera podríamos decir lo mismo", ha aseverado Urrutia, para después añadir que el autogobierno se debe "defender todos los días".
Con todo esto, el euskera es, una vez más, un punto donde el PNV y el PSE-EE muestran severas diferencias. Ambos hacen alarde de defender esta lengua cooficial de Euskadi y dicen apostar por su desarrollo y normalización, pero como ya ocurrió con la Ley de Educación y con el debate sobre los modelos lingüísticos, los socios del Ejecutivo vasco sufren por el euskera un nuevo desencuentro con las autonómicas cada vez más cerca.