El pequeño enclave de Treviño, perteneciente a la provincia de Burgos y de poco más de 275 kilómetros de extensión, lleva siendo foco de conflicto político entre el Gobierno de Castilla y León y el de Euskadi durante décadas. La mayoría de sus habitantes comparten sentimiento de pertenencia vasca -algo que marca las elecciones municipales de los dos municipios del condado, La Puebla de Arganzón y de Treviño-; sin embargo, y pese a los constantes intentos de las instituciones de Euskadi, la anexión todavía no se ha consumado.
Hace tres años, en 2021, los consistorios de ambos municipios -La Puebla de Arganzón de poco más de 550 habitantes y Treviño de poco más de 200- aprobaban una declaración con la intención de llevar a cabo finalmente la desanexión con Burgos, y posterior anexión con Álava, provincia de la que se sienten integrantes la gran mayoría.
La declaración aprobada con los antiguos gobiernos municipales, que cambiaron el pasado 28-M tras las elecciones -Treviño ahora es gobernada por Adolfo Estavillo, de la agrupación popular pro anexión Treviño día a día, y La Puebla de Arganzón por Ángel Niño, del PNV- incluía tres puntos, uno de ellos la creación de una mesa de trabajo conjunta en la que se trabajaría dicha anexión.
Ahora jeltzales y abertzales trabajan juntos, ya que han presentado una moción en el ayuntamiento de La Puebla de Arganzón para impulsar la creación de esta mesa de trabajo conjunta que, pese a haber sido aprobada hace tres años, todavía no se había creado. Además, se ha solicitado el impulso de una partida presupuestaria para incentivar una campaña de comunicación destinada a los vecinos a favor de la integración de este pequeño enclave perteneciente a Burgos pero rodeado totalmente por Álava.
Sentimiento vasco reflejado en las elecciones
Este es solo un paso más dentro del largo viaje en el que llevan inmersos los menos de mil vecinos del condado durante décadas, ciudadanos que han dejado claro su sentimiento de pertenencia durante años. Y esto se pudo ver reflejado en las elecciones municipales del año pasado, cuando los habitantes de ambos pueblos votaron por partidos favorables a la anexión con Álava y los independentistas tuvieron mucho protagonismo, a pesar de que el actual Gobierno de Castilla y León está formado por la coalición PP-Vox.
En Treviño gobierna la agrupación popular Treviño día a día con el apoyo del PP como socio de Gobierno, con Adolfo Estavillo como alcalde, quien ya avisó cuando llegó al consistorio que una de sus principales propuestas iba a ser exigir a los gobiernos autonómicos “un servicio de ambulancias con origen y destino en Vitoria”, algo que llevan pidiendo desde hace años teniendo en cuenta que este municipio se encuentra a poco más de 20 minutos en coche de la capital vasca y Burgos, sin embargo, a hora y media.
En la Puebla de Arganzón, este sentimiento es todavía más latente. Y es que desde el año pasado y por primera vez, este municipio está gobernado por el PNV, en concreto por Ángel Niño, que obtuvo cuatro concejales -uno más que en 2019- y así la mayoría absoluta. Sin embargo, Bildu no se quedó atrás ya que consiguió tres concejales, los mismos que en 2019 cuando consiguió la alcaldía Pablo Ortiz de Latierro.
Los treviñeses, no votarán, por tanto, en las elecciones autonómicas del próximo 21 de abril, aunque les gustaría; pero sí continúan trabajando -gracias a la colaboración entre jeltzales y abertzales- en una anexión con Euskadi que llevan reclamando desde el siglo XVII.