Hace escasos días, el lehendakari Imanol Pradales tendía puentes con el ELA con el fin de frenar el absentismo y la conflictividad laboral en Euskadi, así como para mejorar las relaciones con el sindicato. En una entrevista a Radio Euskadi recogida pro Europa Press, el secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, se ha mostrado dispuesto a "llegar a acuerdos", pero asegura que será "exigente" con el nuevo Gobierno vasco.
Según recoge Europa Press, Lakuntza ha afirmado que su sindicato apuesta por "normalizar lo que debería ser normal, la interlocución entre el sindicato mayoritario y el lehendakari". Además, ha señalado que la intención de Pradales de mantener una ronda de contactos con los distintos agentes sociales, incluido ELA, solo la conoce por los medios de comunicación, aunque en todo caso, "supone una novedad" después de que el anterior presidente vasco, Iñigo Urkullu, "no quería reunirse con ELA".
Así, ha sostenido que "históricamente" se ha tenido "relación con todos los lehendakaris", pero Urkullu "decidió romper la interlocución con ELA" porque no compartía sus "posiciones políticas" y entendía que "tenía que jugar un papel que se limitaba a participar en las mesas de diálogo social y a formar parte de la política del gobierno y de la patronal", algo a lo que su sindicato "no está dispuesto".
De cualquier modo, ha explicado que, por ahora, solo han recibido una llamada para comunicarles el próximo emplazamiento "sin fecha" a una reunión formal desde la Consejería de Trabajo, pero si se produce también desde Lehendakaritza aceptarán igualmente porque "ELA va a todas las reuniones desde el punto de vista de la interlocución", aunque no acuda a las mesas de diálogo social que "no sirven para avanzar en los derechos de la clase trabajadora".
Lakuntza ha asegurado que la posición de su sindicato es "la de llegar a acuerdos" con el Gobierno vasco, pero "dependerá de los contenidos que se planteen", si bien ha precisado que "tiene una posición exigente" y el acuerdo de gobierno "no aborda ninguno de los grandes cambios que hay que hacer" en Euskadi, "más allá de generalidades y de dar continuidad a los planes ya existentes". "No hay nada que pueda interpretarse como una voluntad de cambio o de profundizar en las transformaciones reales que hacen falta", ha censurado.