Pradales tiende puentes con ELA para frenar la conflictividad en Euskadi

La conflictividad y el absentismo laboral son dos de los puntos calientes a los que deberá hacer frente el nuevo lehendakari Imanol Pradales. Euskadi es la comunidad autónoma con mayor absentismo laboral y la segunda con mayor número de huelgas, solo por detrás de Cataluña, con conflictos como los dos metales de Bizkaia y Álava o el de Mercedes Vitoria a sus espaldas. 

Ante dicho panorama, en una reciente entrevista en El Correo, Pradales tendía puentes con todos los sindicatos, incluido con ELA. El lehendakari aseguraba que mantendrá una reunión con cada uno de ellos para "hacer una reflexión de país" y utilizar "el diálogo y la negociación" porque "la huelga tiene que ser un recurso extraordinario". Asimismo, hace ya unos días, defendía el papel de los sindicatos, a quienes calificaba de "fundamentales" e insistía en que llamaría también a ELA con el objetivo de iniciar "una relación fructífera" y "trenzar colaboraciones y acuerdos". 

En 2023, según el secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, los buenos resultados de la negociación colectiva tuvieron que ver "con el alto número de movilizaciones". "Hay una relación directa entre huelgas y mejores contenidos", aseguraba el secretario general de ELA. Y es que, según el balance del pasado año, este sindicato fue el convocante de más de un 80% de las jornadas de huelga, más de 7.700 en comparación con las 1.100 de LAB, las 800 de CCOO y las 330 de UGT. 

De lehendakari a lehendakari. Imanol Pradales e Iñigo Urkullu conversan antes del inicio del acto en la Casa de Juntas de Gernika. EP

Mala relación entre el PNV y ELA

Es bien sabido que la relación entre el PNV y ELA —sindicato mayoritario del País Vasco— no es, desde hace años, especialmente buena. Incluso, tras las últimas elecciones municipales y forales de 2023, el PNV responsabilizó al sindicato de Mitxel Lakuntza de su pérdida de votos. El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, señaló en aquel momento que la "protesta social" y los "intentos de crispar" por parte de ciertos agentes —en referencia a ELA, entre otros— habían condicionado los resultados del 28 de mayo.

También el exlehendakari Iñigo Urkullu achacó la pérdida de apoyos al aumento de la conflictividad en Euskadi. Así pues, el enfrentamiento entre el anterior Gobierno vasco y los sindicatos fue continuo. Por ejemplo, Urkullu acusó a ELA en septiembre del pasado año de buscar "un país asentado, principalmente sobre funcionarios, con una economía subsidiada y dependiente de los recursos públicos, mientras demoniza al sector privado". Y no era la primera vez que el exlehendakari señalaba al sindicato, pues previamente le acusó de llevar a cabo "un diseño para que se avivaran y prendieran llama" a unos conflictos concretos y luego vincularlos al PNV para lograr así un rédito electoral a costa de dañar la imagen de los jeltzales y los gobiernos que estos dirigían. 

Así pues y con una mala relación a sus espaldas, comienza una nueva era en la política vasca y habrá que ver cuál será la relación entre el PNV y ELA, si las tensiones continúan o si Imanol Pradales logra limar asperezas. Por lo pronto, desde que Pradales llegó al cargo, ya se han sucedido ciertas huelgas como la de este lunes de las matronas de Bizkaia para reclamar a Osakidetza —otro de los retos que afronta el nuevo Gobierno vasco— "asistencia de calidad a las mujeres" y 200 profesionales más para alcanzar los ratios europeos. En el horizonte, el próximo 18 de julio, jornada en la que los sindicatos ELA y LAB han convocado huelga en el sector de las residencias y viviendas comunitarias de Álava para reivindicar "el primer convenio provincial digno" y unos "cuidados de calidad".