El presidente del PNV, Andoni Ortuzar (d), y su sucesor en el cargo, Aitor Esteban, durante la presentación de Euskorpus / EFE

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar (d), y su sucesor en el cargo, Aitor Esteban, durante la presentación de Euskorpus / EFE

Política

El PNV llega con la tensión disparada al cónclave que encumbrará a Esteban y dirá agur a Ortuzar

Los días 29 y 30 de marzo los nacionalistas vascos celebran su IX Asamblea General

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El próximo fin de semana —los días 29 y 30 de marzo— tendrá lugar la gran cita del PNV: la celebración de la IX Asamblea General, en la que Aitor Esteban será proclamado oficialmente presidente del Euskadi Buru Batzar (EBB). 

Andoni Ortuzar —que ha presidido el PNV durante 12 años— deja paso a un nuevo liderazgo y será el hasta ahora portavoz del partido en el Congreso de los Diputados el que recoja el testigo. 

Durante meses, desde que el partido anunció que su asamblea se celebraría en marzo, se habló de cambios, renovación, reactivación, etc. En el aire, quedaba si Ortuzar continuaría o no como presidente del PNV. 

Cuando partía como favorito y parecía que repetiría un cuarto mandato más, apareció la figura de Esteban, quien aceptó pasar, como adelantó Crónica Vasca, a la segunda vuelta para presidir el PNV. 

Así, se pone fin a una larga etapa y empieza un nuevo tiempo para el PNV. Para algunos, sin embargo, no es un cambio, no supone ese relevo real del que tanto hablaban desde el partido y, desde luego, no generacional, puesto que Ortuzar y Esteban tienen la misma edad.

Tensiones internas 

Pero el PNV llega a su asamblea tras semanas convulsas de tensiones internas. 

En primer lugar, por la elección de Esteban. La renuncia de Andoni Ortuzar dejó vía libre al actual portavoz en el Congreso y, aunque Ortuzar dió a entender que apartarse era decisión propia, las elucubraciones sobre esta inesperada decisión no fueron pocas.

Desde el partido, eso sí, han intentado aparentar normalidad en todo momento. Diferentes miembros jeltzales han defendido que el partido "está más unido que nunca", que saldrá "fortalecido" o que este relevo ha sido "ordenado, tranquilo y natural". 

El propio Esteban negó que existiese una crisis con Ortuzar y recalcó que, además de la buena armonía política que siempre han mantenido, es su "amigo". Ambos mostraron buena sintonía y cordialidad durante el acto de presentación de Euskorpus. 

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar (d), y su sucesor en el cargo, Aitor Esteban, durante la presentación de Euskorpus / EFE

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar (d), y su sucesor en el cargo, Aitor Esteban, durante la presentación de Euskorpus / EFE

División por el TAV

Pero este no ha sido el único problema interno en el PNV. Esta misma semana se ha producido un encontronazo por el TAV. Lo han protagonizado el diputado general de Álava, Ramiro González, y el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia. 

Y es que, a pesar de pertenecer al mismo partido, hay opiniones encontradas entre los dirigentes sobre la conexión del TAV con Navarra. Como ya han evidenciado en ocasiones anteriores, unos apuestan porque sea por Vitoria, mientras que otros prefieren que sea por Ezkio-Itxaso (Gipuzkoa).

Alta velocidad / PIXABAY

Alta velocidad / PIXABAY

Goia tachó de "egoísta" a González después de que este reivindicase que la conexión se lleve a cabo por Vitoria. Por su parte, el mandatario alavés recibía las palabras de su compañero con "sorpresa" y pidió "respeto".

Para calmar las aguas, la consejera de Alimentación, Desarrollo Rural y Agricultura, Amaia Barredo, rechazó que el diputado haya sido egoísta y considera que lo que hace es "defender a Álava". 

"Lo que hay que hacer es respetarnos entre todos. En principio no considero que el diputado general sea egoísta. Está defendiendo Álava. Hizo las declaraciones en función de lo que cree más factible para Euskadi y para Álava", afirmaba. 

Así, el PNV llega a su cita más importante del año con ciertos choques internos no poco relevantes que, habrá que ver, hasta qué punto afectan al funcionamiento del partido. Sobre todo, la conexión del TAV, que enfrenta posturas entre miembros de la misma formación.