
Momento del traslado de la detenida por yihadismo en Vitoria.
Juicio en la Audiencia Nacional a la mujer de Vitoria que guardaba 90.000 imágenes de yihadismo
La mujer también almacenaba 2.000 vídeos de propaganda terrorista en su casa de Zabalgana
Más información: Prisión para la mujer detenida en Vitoria por yihadismo
Noticias relacionadas
Su detención en septiembre de 2023 sorprendió a todos en Vitoria. Y ahora, año y medio después, llega su juicio en la Audiencia Nacional acusada por terrorismo. La protagonista, V. A. R., es una vecina de la capital de Euskadi, madre de cuatro hijos y de origen peruano, que almacenaba hasta 90.000 imágenes y 2.000 vídeos sobre yihadismo en su casa del barrio de Zabalgana.
Cuando fue detenida, la mujer estaba preparando un viaje a Irak, adonde también pretendía llevarse a sus hijos, para sumarse a la causa terrorista.
La acusada se encuentra en libertad provisional, aunque tras ser detenida se decretó su prisión provisional y se suspendió su patria potestad sobre sus cuatro hijos, que quedaron bajo custodia de su padre.
Los servicios sociales del Ayuntamiento vitoriano y la Diputación alavesa controlan desde entonces la evolución de los menores, según publicó 'El Correo'.
Lo cierto es que en el citado barrio de la capital vasca nadie podía creerse lo sucedido en esos días. Y todavía hoy existe incredulidad en algunos de quienes la conocieron en ese lugar.
Ella sigue viviendo por allí, donde apenas se le ha visto en los últimos tiempos. Cuando salía de casa, iba siempre ataviada con un niqab, prenda oscura que sólo deja los ojos a la vista.
El juicio
Ahora, tal y como informa Efe, la mujer se enfrenta una petición por parte de la Fiscalía de 5 años de cárcel, 3 de libertad vigilada, 9 de inhabilitación absoluta y 9 años de inhabilitación especial para profesión u oficio educativos.
En su domicilio y, en concreto, en dos móviles, la Guardia Civil halló una "ingente cantidad de material de signo inequivocadamente yihadista": 92.216 imágenes, 2.302 vídeos y 1.320 audios en español, árabe y ruso.
La investigación apuntó además a que la acusada tenía intención de desplazarse a un territorio controlado por la organización terrorista con la finalidad última de que "sus hijos lleguen a ser muyahidines".
También se comprobó su contacto fluido con miembros o simpatizantes del Dáesh afincados en terceros países y que se relacionaba con individuos investigados por terrorismo en países europeos.
En la investigación se contó con un agente encubierto, al que la acusada informó de cómo formar parte de la organización terrorista y de cómo establecer relaciones con más miembros del entramado, según detalla el escrito de la Fiscalía recogido por la citada agencia.