Deslegitimar el terrorismo en las calles de Euskadi

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Deslegitimar el terrorismo en las calles de Euskadi

Otro verano más se repite una campaña en muchos pueblos en recuerdo de los presos de ETA

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Otro verano más y tenemos que insistir el mismo mensaje de cada año. No por repetirnos debemos dejar de repetirlo. Me refiero a esa llamada campaña de verano a favor de los presos de ETA.

Nos alertan al respecto el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) y la Fundación Fernando Buesa, así como otras instituciones o partidos. Y debemos seguir haciendo hincapié.

En muchas fiestas de pueblos de Euskadi vemos carteles, imágenes, fotografías u otro tipo de recuerdos sobre presos de la banda terrorista ETA. No son presos políticos, están en la cárcel porque formaron parte de una banda terrorista, muchos de ellos con delitos de sangre a sus espaldas.

Por mucho que pase el tiempo, por mucho que nos alegre que el terrorismo no exista ya en Euskadi y por mucho que haya que apelar a la reconciliación, no se puede permitir ni consentir que en nuestras calles se vean rostros, nombres e imágenes de terroristas que tanto asesinaron.

Covite, la Fundación Buesa, Gogora y otros, incluidos los medios como Crónica Vasca, lo denuncian, lo denunciamos. Pero la verdad es que vemos que sigue ocurriendo. Es lamentable, pero es así.

Debemos insistir en el mensaje, sobre todo para esas generaciones jóvenes que quizás no vivieron el terrorismo en Euskadi: hay que deslegitimar el terrorismo en las calles.

No se puede caer en un falso relato que dice que como hubo más violencias y más vulneraciones de derechos, que las hubo, como por ejemplo el terrorismo de estado de los GAL que aquí siempre denunciamos, se puede justificar lo que ocurrió.

Porque todo eso haya ocurrido no se puede legitimar a los terroristas. Hay que sacarlos de las calles, hay que deslegitimarlos y hay que dejar de tratarlos como si fueran héroes que merecieran el cariño del pueblo porque lucharon. Nada más lejos de la realidad.

Eran terroristas. Ahora son presos. Cuando salgan en libertad, tendrán derecho a reinsertarse y rehacer sus vidas. Pero no hay derecho a ver nuestras calles manchadas por la apología del terrorismo.