Un trabajador de Enviser trabaja en el mantenimiento de un jardín
Las fiestas más 'salvajes' en Vitoria: la huelga de jardineros cumple 4 meses y condiciona la Blanca
Con las Fiestas de la Virgen Blanca cada vez más cerca y tras cuatro meses de huelga, empresa y sindicatos no parecen llegar a un acuerdo para volver a poner en marcha las segadoras
Más información: Los jardineros de Vitoria rechazan la oferta de Lakua y mantienen la huelga que supera los cien días
Aquel 26 de marzo, cuando los vitorianos y vitorianas supimos que los jardineros encargados del mantenimiento de los parques y jardines de la ciudad iniciaban una huelga, pocos imaginaban que el conflicto se alargaría hasta hoy. Ya han pasado cuatro meses desde aquel día y la situación sigue sin resolverse.
Cuesta abajo y sin frenos, la capital vasca se prepara para las Fiestas de la Virgen Blanca, y todo apunta a que la plantilla de Enviser —la empresa subcontratada por el Ayuntamiento de Vitoria—, no retomará sus labores antes del 4 de agosto.
El primer día de fiestas, la tradicional Procesión del Rosario de los Faroles recorrerá uno de los parques más transitados de la ciudad: el Parque del Prado. Al día siguiente, este mismo espacio acogerá una actuación de jotas y una obra de humor.
Todas estas actividades se verán condicionadas por el estado actual de los jardines, pese a los servicios mínimos decretados por el Gobierno vasco a mediados de junio, precisamente por el riesgo de incendios y a cuestiones de seguridad vial.
Participantes en la manifestación de este viernes de los trabajadores de Enviser por los 100 días de huelga
Las fiestas más 'Salvajes'
El conflicto ya empieza a dejar consecuencias visibles de cara a las Fiestas de la Blanca. La capital vasca se prepara para unas celebraciones que, un año más, tendrán lugar entre el 5 y el 9 de agosto, pero este año más 'salvajes' que nunca: sin recogida de basuras en los parques y jardines —servicio que presta Enviser— y con una hierba más alta de lo normal a falta de sus cuidados.
A este césped sin cortar, que puede llegar a crecer hasta 25 centímetros al mes, se le suma la suciedad que provocan los botellones, y quienes eligen las calles como baño público. Una combinación que puede generar fuertes olores y un deterioro en el espacio público.
Los expertos jardineros lo venían avisando desde hace tiempo: "Cortar el polen ayuda a reducir el polen y no se está haciendo... y la presencia de pulgas y garrapatas puede suponer un riesgo para la salud", advertía a Crónica Vasca Rafa Busto, jardinero de Enviser y miembro de ELA.
Situación de un jardín del barrio vitoriano de Salburua al vencer el primer mes de huelga
Avances para los jardineros de Enviser
La principal preocupación de los jardineros de Enviser pasa por el salario: "No nos vamos a mover de aquí hasta que nos hagan una oferta digna", aseguran sus trabajadores —y, añaden—, pedimos una oferta realista que permita el avance en la negociación".
Bajo este contexto, la empresa encargada del mantenimiento de los parques y los jardines de Vitoria y el anillo verde se había comprometido a mejorar la oferta, pero ninguna de las realizadas hasta ahora ha sido suficiente para sus trabajadores.
Actualmente, los 90 trabajadores que componen la plantilla se rigen bajo las páginas del convenio estatal de jardinería: “Si trabajáramos en algún pequeño municipio de Extremadura o Andalucía, quizá podríamos vivir con 1.200 euros al mes. Pero en Vitoria, con el precio de la vivienda, los alquileres y la cesta de la compra disparados, es imposible", lamenta Busto.
La última propuesta del Gobierno vasco
Tras cuatro reuniones entre trabajadores y empresa con el Consejo de Relaciones Laborales de Euskadi, más conocido como Preco, y tres encuentros directamente con el Gobierno vasco, la plantilla de Enviser ha rechazado la última propuesta que pasaba por una mejora salarial del IPC del 2024 más el 2,2%; y aumentos del 2% en 2026, del 2% en 2027 y una subida del salario base de 2.250 euros anuales en 2028. Unas mejoras salariales que los sindicatos nunca vieron suficiente.
Asimismo, también planteaba reducir la jornada anual máxima de 1.700 horas en 2025, 1.648 en 2026, 1.616 en 2027 y 1.592 en 2028; y una jubilación parcial anticipada con contrato de relevo cuando se solicitase un 75% de reducción de la jornada.
Más allá de esta propuesta, la demanda de los jardineros se basa en un aumento salarial de mil euros anuales en cada uno de los tres años. Pero aún más allá, tal y como vienen reclamando,demandan un convenio propio independiente al estatal.
Ahora queda por ver cuándo se solucionará el conflicto bajo un contrato que seguirá vigente hasta diciembre de 2027, ya que por la Ley de Contratos, el ayuntamiento no puede rescindir el contrato sin que haya acuerdo por ambas partes. En el caso de hacerlo, la empresa podría demandar al consistorio.
