La Fundación Sabino Arana mantiene la buena salud gracias a un 'ejército' de donantes

La Fundación Sabino Arana, vinculada al Partido Nacionalista Vasco, cuenta con un ejército de donantes particulares perfectamente engrasado y fiel a sus compromisos económicos. Así lo refleja el último informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas que pone de manifiesto cómo incluso en años como el 2021, la fundación recibió más dinero de sus donantes que del propio partido. 

En 2021, la fundación Sabino Arana recibió un total de 134.916 euros en donaciones, desglosadas en 62.441 euros procedentes de 551 personas físicas y 72.475 euros aportados por 11 personas jurídicas (empresas). En ese ejercicio, la Fundación ingresó más por esta vía que por la aportación directa del PNV, que destinó 101.200 euros a su laboratorio de ideas. 

En 2022, las donaciones totales de particulares y empresas ascendieron a 146.686 euros, repartidas en 60.811 euros de 554 personas físicas y 85.875 euros de 12 personas jurídicas. La Fundación mantiene casi inalterable las aportaciones de su medio millar de personas muy comprometidas con la hucha de la fundación. 

De las alegaciones enviadas por el PNV al Tribunal de Cuentas sobre la fiscalización del ejercicio 2021 se puede inferir un poco mejor cómo funciona esta extensa red de aportaciones. La fundación explica que hay una donación de 8.300 euros que no se ha efectuado correctamente en la cuenta específica de donaciones. 

Alegaciones

“La explicación es la misma que en fiscalizaciones precedentes: un donante, que acude a su entidad bancaria a efectuar la donación, lo hace en la cuenta bancaria de la Fundación que el empleado de la entidad consulta en su sistema informático”. Empleados y donantes “desconocen obviamente la legislación estricta en esta materia, con lo que pueden realizar el ingreso en la primera cuenta que obtengan, sin que tal vez sea la específica de donaciones”, añade la fundación, que asegura que corrigió de forma inmediata la donación transfiriendo los 8.300 euros a la a la cuenta reservada para ello. 

En el informe de alegaciones también se recoge que otra donación, por importe de 15.000 euros, fue realizada por el Grupo Eibar. “En la Cláusula Segunda del contrato de donación -protocolizado y obrante a la web-, el compareciente en nombre de tal donante expresamente afirma que el acuerdo de donación fue expresamente adoptado por el órgano competente”, explica la Fundación a través de su secretario del Patronato, el abogado Ignacio Etxebarría. 

En 2021, la entidad registró unos ingresos de 842.973 euros frente a unos gastos de 995.791 euros, lo que dejó un resultado negativo de 152.818 euros. Su balance reflejaba un patrimonio neto de 1,32 millones y un activo total de 1,41 millones de euros. En ese ejercicio, la fundación percibió 429.429 euros en subvenciones públicas, procedentes del Gobierno Vasco, las diputaciones de Bizkaia y Gipuzkoa, y el Ministerio de Cultura y Deporte.

En 2022, la fundación logró reducir su déficit. Los ingresos totales aumentaron a 943.322 euros, frente a gastos de 1.027.022 euros, dejando un resultado negativo de 83.699 euros, casi la mitad que el del año anterior.

El PNV incrementó su apoyo económico hasta los 161.200 euros, un 59,3% más que en 2021. Las subvenciones públicas también crecieron, alcanzando 455.523 euros, procedentes del Gobierno vasco, las diputaciones forales, el Ministerio de Cultura y Deporte y el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.

A finales de 2022, el activo total de la Fundación Sabino Arana ascendía a 1,67 millones de euros, con un patrimonio neto de 1,24 millones y un pasivo corriente de 429.864 euros.