Acto de la Fundación Iratzar con la exintegrante de ETA Elena Beloki (centro) y el ahora eurodiputado Pernando Barrena (derecha).

Acto de la Fundación Iratzar con la exintegrante de ETA Elena Beloki (centro) y el ahora eurodiputado Pernando Barrena (derecha). Archivo

Política

Sortu destina un millón de euros a consolidar la solvencia de la polémica Fundación Iratzar

Esta fundación acoge a históricos dirigentes de la izquierda abertzale tradicional y a exmiembros de ETA

Más información: El Gobierno central expone por qué concede ayudas a la Fundación Iratzar

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Sortu, partido que lidera EH Bildu, consolidó entre 2021 y 2022 la solvencia de su fundación política, la controvertida Fundación Iratzar, con aportaciones que suman, en total, 980.000 euros en ambos ejercicios. Así lo refleja el último informe que acaba de publicar el Tribunal de Cuentas y que da buena muestra del interés de Sortu por fortalecer a su propio laboratorio de ideas. Una fundación con un polémico pasado por dar cobijo a etarras como ‘Kubati' y a veteranos dirigentes de Batasuna

El Tribunal de Cuentas refleja que Iratzar, creada en el año 2014 y presentada por Sortu para "construir el estado vasco", recibió en 2022 un total de 510.000 euros en aportaciones de Sortu, lo que supone un aumento del 8,5% respecto al año anterior, ejercicio en el que Sortu destinó 470.000 euros a su fundación. Este crecimiento consolidó la dependencia financiera de la fundación respecto a la formación política, ya que dichas aportaciones representaron más del 95% del total de los ingresos privados.

La Fundación Iratzar cerró el ejercicio 2022 con una ligera mejora de su situación económica. El informe del Tribunal de Cuentas, publicado el pasado 26 de septiembre, recoge en paralelo un descenso de las donaciones externas. Estas cayeron de 20.000 euros en 2021 —procedentes de dos personas físicas— a 7.499,76 euros en 2022, aportados por una única persona jurídica (lo que equivale a una caída del 62,5%).

Menos subvenciones 

Las subvenciones públicas también experimentaron una leve disminución. En 2021, Iratzar percibió 100.493,58 euros en ayudas —de los cuales 96.066,02 euros procedían del Gobierno Vasco y 4.427,56 euros del Ministerio de Cultura y Deporte—. Un año más tarde, en 2022, el total descendió a 96.726,55 euros, con 93.627,26 euros del Gobierno Vasco y 3.099,29 euros del Ministerio. Estas cifras suponen una reducción del 3,7% en el conjunto de las subvenciones y un 2,5% menos en la aportación autonómica.

El activo total pasó de 516.437 euros en 2021 a 539.920 euros en 2022, mientras que el patrimonio neto creció de 461.304 a 475.700 euros, reflejando una variación positiva del 3,1%.

En cuanto a resultados, Iratzar cerró 2022 con un superávit de 3.935 euros, ligeramente superior al de 2021 (3.688 euros). Los ingresos totales ascendieron a 605.929 euros, frente a 601.993 euros en gastos, lo que evidencia una gestión equilibrada y sin déficit.

El Tribunal de Cuentas destaca que la fundación rindió sus cuentas puntualmente —el 30 de junio de cada año— e incluyó el informe de auditoría externa. Asimismo, se confirma el cumplimiento de las obligaciones de transparencia, al publicar en su página web las cuentas, los informes de auditoría y los resultados de fiscalización de ejercicios anteriores.

El único matiz señalado por el órgano fiscalizador se refiere a 2021, cuando la entidad no contabilizó como donación en especie la amortización anual (7.499,76 euros) de un inmueble recibido en 2018 de la Asociación Txingar Kultur. La fundación corrigió la omisión en el ejercicio 2022, según consta en el propio informe.

Batasuna y ETA

La Fundación Iratzar ha estado bajo el radar de Vox y de los colectivos de víctimas de ETA por haber dado trabajo a miembros de ETA en el pasado.

El diario 'El Mundo' publicó en 2014 que el etarra José Antonio Ruiz, alias ‘Kubati’, uno de los asesinos de Yoyes y responsable en total de 13 asesinatos, trabajaba para esta Fundación abertzale.

Y en 2019, el mismo periódico destacó que el hijo del histórico etarra Josu Ternera, Egoitz Urrutikoetxea, también trabajaba para la Fundación Iratzar escribiendo artículos para su revista Erria. 

Ahora mismo, esta fundación acoge a históricos dirigentes de la izquierda abertzale tradicional. Preside la misma Floren Aoiz y trabaja a su lado Joseba Permach, ambos miembros destacados de HB. Y con ellos trabaja Elena Beloki, condenada por pertenencia a ETA.