Quedan menos de dos meses para que termine el año y, por lo tanto, se cumpla el plazo acordado entre los Gobiernos central y vasco para que se transfieran a Euskadi las materias pendientes y completar así el Estatuto de Gernika.
Entre las pendientes, está la de la descalificación del puerto de Pasaia como puerto de interés general para que su titularidad pase a manos del Gobierno vasco.
Un asunto que, como ya otros tantos, enfrenta a los socios del Gobierno vasco. Mientras que el PNV defiende que se lleve a cabo porque "fomentaría su competitividad", el PSE-EE teme que se puedan ver repercutidos los tráficos internacionales, así como el tejido productivo guipuzcoano.
El Estatuto vasco recoge, en su artículo 12, que le corresponde a la Comunidad Autónoma del País Vasco la ejecución de la legislación del Estado en las materias siguientes, entre ellas, los puertos y aeropuertos con calificación de interés general. Eso sí, precisa "cuando el Estado no se reserve su gestión directa".
Puerto de Pasaia
Flujos internacionales
Pero este es un asunto que no solo ocupa al PNV y al PSE-EE —por supuesto a los que más—, a la oposición también le empieza a surgir la duda de hasta qué punto es beneficioso que Euskadi gestione el Puerto de Pasaia.
El PP vasco se pregunta "en qué mejoraría el posicionamiento del puerto si dejara de ser de interés general". Los populares vascos han pedido al PNV que demuestre "con datos" que esto sería así y no que, en cambio, suponga un deterioro para esta infraestructura marítima.
Algunos creen que perder la categoría de interés general puede resentir los flujos internacionales y que los operadores desvíen las mercancías a otros puertos como el de Bilbao o Santander.
Repercusión en el empleo
EH Bildu ha ido más allá y, pese a que es un partido que defiende que Euskadi gestione cuantas más materias, los abertzales también muestran cierta incertidumbre.
De hecho, en el mes de octubre, la formación registró en el Parlamento varias preguntas sobre esta cuestión dirigidas al Gobierno vasco, que cuenta hasta el 18 de noviembre como plazo máximo para responder por escrito.
En concreto, se trata de dos documentos con varias preguntas cada uno, dirigidas al consejero de Industria, Mikel Jauregi, y al consejero de Economía, Mikel Torres.
Bildu se centra, sobre todo, en la repercusión que esto puede tener en la economía de la zona porque el Puerto de Pasaia "alimenta la logística, la industria y la red de empleo".
Les preocupa cómo podría afectar la posible pérdida de tráfico a la estabilidad del empleo, así como las condiciones laborales de los trabajadores del puerto. También solicitan saber qué medidas plantea el Gobierno vasco para evitar una "competitividad descompensada" entre los puertos de Bilbao y Pasaia.