La alta velocidad se ha colado este viernes en el pleno de control del Parlamento vasco.
A raíz de una pregunta del PP vasco, el lehendakari, Imanol Pradales, ha indicado que ha enviado una carta, tanto al presidente de Francia, Emmanuel Macron, como al primer ministro galo, para que "se impliquen" en la ejecución de la conexión de la alta velocidad ferroviaria Hendaya-Dax-Burdeos.
Precisamente, esta semana, Pradales ha visitado París, donde ha mantenido encuentros con representantes políticos del país galo. Este viernes, ha aprovechado la ocasión para, desde el Parlamento vasco, volver a reclamar que "se cumplan los compromisos" para la conexión del TAV.
El PP pide más implicación
Pero el PP ha sido muy crítico en este sentido con el Gobierno vasco. Los populares han denunciado que, en 2025, el Ejecutivo solo ha gastado 7.854 euros en el TAV del total presupuestado.
En este contexto, el presidente del PP vasco, Javier de Andrés, ha señalado que, de los 456,7 millones de euros presupuestados entre 2020 y 2025, la ejecución ha sido de 233,6 millones.
"Se han quedado en la mitad de todo el dinero que tenían disponible. Además, esta era una transferencia vía Cupo, que no corría del presupuesto de la comunidad autónoma", ha asegurado.
De Andrés ha denunciado que esta forma de actuar "obstaculiza el desarrollo del progreso" y cree que con estas cifras de ejecución "no se puede ir a ningún lado a exigir más rapidez".
A ello, el lehendakari Pradales ha respondido que las ejecuciones presupuestarias "suelen liquidarse a final de año". "Así que hagamos las cuentas cuando corresponden".
En este contexto, ha recordado que en el presupuesto para 2026 están recogidas partidas de 14,5 millones de euros para, entre otras, terminar la estación de Atotxa, la de Astigarraga o el nudo de Arkaute.
Los retrasos "lastran"
Por su parte, el lehendakari, en relación al trazado Lisboa-París, ha valorado "positivamente" que la Unión Europea "haya tomado cartas en el asunto" y que la Comisión haya fijado 2035 como el año tope para que este trazado esté finalizado y en servicio.
Pradales, eso sí, ha reconocido que el retraso establecido —antes era 2030— supone una "afección directa" sobre el trazado del TAV en Euskadi. "Las demoras tienen efectos negativos en todos los niveles. Nos lastran como país".