Dice que este libro se lo encargaron desde dentro, gente afín al PNV. ¿Para tanto es el descontento con la figura de Pradales y con el partido?
Sí. Los mentideros comunicativos reciben cada vez más información de gente desafecta con la gestión de Pradales. También lo está percibiendo la oposición. Son personas que le conocen muy bien. Para mí fue una sorpresa grata que gente del partido se me acercara y quisiera hablar.
Invité a participar en el libro tanto a Pradales como a la dirección del partido porque me parece que su versión hubiera aportado mucho al lector. En el caso del Euzkadi Buru Batzar no ha habido respuesta y desde el entorno de Pradales se ha respondido rechazando participar.
Una aclaración previa. ¿El descontento que describe, es hacia Pradales o hacia el partido?
Es general. Hay gente descontenta con el hecho de que se presente a Pradales como un modelo distinto a su predecesor. Luego hay quienes ven en la renovación del partido solo marketing y creen que Pradales encarna bien ese perfil de persona que ha nadado como pez en el agua en la gestión clientelar.
Más de una vez Pradales estuvo cerca de tirar la toalla, veía que se le pasaba el arroz, pero siempre tuvo el plácet de Ortuzar
El cambio de Urkullu por Pradales generó expectativas...
Sí. Hay quien daba la oportunidad a la enmienda, a que Pradales representara un cierto cambio. Ha sido una decepción general, incluso para medios de comunicación que le habían dado una oportunidad de cortesía.
Esa imagen negativa, ¿está contagiada por lo que pasó en clave de partido con el relevo de Ortuzar?
No está exento de las maniobras del aparato. Él mismo ha sido coordinador del aparato, conoce perfectamente cómo funciona el partido. En la elección de Pradales ha habido tensiones, un poco al modelo de lo que fue el relevo de José Luis Bilbao y Unai Rementeria, un relevo bronco, con Urkullu diciendo públicamente que con él no se había contado.
Evidentemente los reinos de taifas y las broncas entre familias del partido influyen en la elección de Pradales. Hay que recordar que él mismo siempre ha nadado cómodo bajo el clan Ortuzar. Siempre ha estado monitorizado y a las órdenes del gran grupo que ha liderado las instituciones en los últimos doce años, el de los jóvenes burukides bizkainos (el periodista suele referirse a este grupo como jobubis).
El periodista Ahoztar Zelaieta en una charla / X
¿Por qué Pradales? Su carrera política no estaba en su 'prime', como se dice ahora.
A ver, ambición tenía. Igual no esperaba llegar tan alto y es cierto que más de una vez estuvo cerca de tirar la toalla, veía que se le pasaba el arroz. Vivió de cerca la defenestración de José Luis Bilbao y de Rementeria, eso seguramente fue traumático para él.
Ahora bien, él tenía el plácet del líder de los jobubis en el aparato, Andoni Ortuzar. Siempre ha estado muy bien asesorado por el número dos del partido, Joseba Aurrekoetxea. Nunca ha sido un tipo beligerante con la cultura clientelar del partido, todo lo contrario, ha estado muy cómodo. Era una elección favorable al continuismo del clientelismo y el elistismo del partido.
¿El malestar es territorial? ¿O dentro de Bizkaia también hay oposición?
Tiene que ver con el elitismo del aparato, es el aparato el que hace caer o aúpa candidatos. Las peleas entre familias y el abuso de poder de los jobubis ha llevado a esta improvisación de Imanol Pradales como candidato a lehendakari.
Los 'euscayetanos' han tenido mucho peso en la mediación dentro del partido y se ven como sucesores de la gestión institucional dentro de 12 años
Y las familias derrotadas... ¿están organizadas?
Conciencia de grupo no hay. Los jobubis han manejado el aparato con mano de hierro y fuera del partido hace frío. La gente prefiere estar dentro. Pradales ha superado todas las cribas. Entonces algo tiene, probablemente tiene una gran capacidad de adaptación.
¿Qué son los 'euscayetanos'?
Unos 400 jóvenes que visto el peso que han tenido en los batzokis en este proceso, alcanzando la portavocía del Parlamento Vasco y asientos en algunos buru batzar, pues se presupone que van a ser el relevo.
Se cuenta internamente con que Pradales estará 12 años en el poder, un tiempo en el que estos jóvenes adquirirán experiencia en el manejo del aparato para preparar un relevo pacífico.
Ahoztar Zelaieta / Aritz Loiola FOKU
¿Cómo es la relación de Pradales con Urkullu?
Urkullu fue un pata negra del partido. Cuando Pradales decidió contar solo con dos miembros de su equipo, Zupiria y Melgosa, hubo una estampida desordenada de recolocación: Erkoreka, Sagardui, Tapia... Eso denota que hay falta de feeling total entre Pradales y Urkullu. Porque Pradales ha decidido montar su propio equipo, no con los mejores, sino con sus mejores amigos.
Tapia ha sido 'recuperada' para liderar la fundación del partido.
Tapia se mueve en un contexto en Gipuzkoa donde el clan dominante, el de Egibar, apostó por Aitor Esteban, ahí empezó la revuelta. Esteban le premia ahora, no olvidemos sacrificando a la compañera de Ortuzar, Mireia Zárate. Esto es importante: las intrigas palaciegas siguen.
El PNV ha perdido el control de quién entra en la Ertzaintza. Está bunkerizada y solo vemos la punta del iceberg de lo que está pasando ahí
¿Cómo se ve desde dentro la apuesta de Pradales por recuperar el control en Euskadi de grandes empresas?
Pradales no va a pasar a la historia como diputado foral de éxito. Ni transformó las empresas vizcaínas ni atrajo intereses extranjeros a Bizkaia. Sí es cierto que en sus trabajos en la universidad ya denotaba interés por las grandes empresas de Euskadi.
Diría que hay una operación de nuevos fontaneros del partido que incluye liderar sectores estratégicos como el informático, con una cabeza visible con Teknei y Joseba Lekube. Parece que están promoviendo nuevos juegos de poder para lograr monopolios en ciertos sectores para que no haya competidores. Es lo que ha ocurrido con Price (PwC) en el ámbito de las consultorías, no hay competencia.
¿Hay conexión entre arraigo y partido?
Habrá que ver si se pretende utilizar dinero público para que empresarios accedan a posiciones que les permitan eliminar a la competencia. Hay un precedente nada halagüeño como es Euskaltel.
¿Qué hay de los otros dos grandes frentes de Pradales, Osakidetza y la seguridad?
Osakidetza ha sido clave en la debacle electoral a partir de la pandemia. También las residencias. Los movimientos de pensionistas, el movimiento feminista o las plataformas ciudadanas a favor de la salud pública han hecho mella en el relato de la joya de la corona hasta el punto de que la opinión pública ya suspende a Osakidetza.
Ni el sindicato de médicos, ni el de enfermeras ni los sindicatos convencionales han aprobado el pacto. Se sigue privatizando por ejemplo salud mental, un tema muy sensible a futuro que tiene que ver con la salud social. Ni hay autocrítica ni cambio de modelo.
Sectores del PNV afines al discurso de PP y Vox sobre delincuencia e inmigración ahora sacan la patita y condicionan la política de las instituciones
La Ertzaintza es una institución sobre la que usted ha hecho trabajos previos.
La Ertzaintza es una patata caliente que ninguno de los amigos de Pradales quiso asumir. La Ertzaintza está tan bunkerizada que no podemos ver ni la punta del iceberg de lo que está pasando ahí.
Hay que preguntarse por qué el partido ha perdido el control sobre quién entraba a la Ertzaintza, hay una dejadez absoluta. Es un tema que hay que afrontar.
¿Qué le sugiere el cambio del discurso o decisiones como publicar el origen de quienes cometen delitos?
Sectores que siempre han estado dentro del partido sacan la patita. El discurso de PP o Vox que conecta delincuencia e inmigración no es que cale en el PNV, es que ha estado dentro del PNV toda la vida. Ahora sacan la patita y están logrando que ese discurso impregne las políticas no solo del Gobierno vasco, también de ayuntamientos como el de Bilbao.