Talgo, BBK y Guggenheim. Tres conceptos que a priori no tienen mucho que ver pero que evidencian que Euskadi está viviendo un claro cambio de ciclo en la política y la empresa.
Ha sido una semana intensísima en la que hemos visto que se cerraba la operación de Talgo, que vuelve a Euskadi con Jainaga, en lo que supone un tanto en el arraigo para el Gobierno de Imanol Pradales y Mikel Jauregi.
Hemos visto también que se concretaba el esperado relevo al frente de BBK, a cuya presidencia llega Unai Rementeria, exdiputado general de Bizkaia, en sustitución de Xabier Sagredo, lo que supone un cambio muy importante en la fundación bancaria.
Y en tercer lugar hemos visto el cambio más rupturista con lo anterior: no habrá Guggenheim en Urdaibai porque así lo ha decidido el patronato del museo. Decisión en la que el rechazo vecinal y ecologista y otros factores por dilucidar han sido importantes. No se olvide que el PNV afirmaba que se iba a hacer "sí o sí" y el lehendakari aspiraba a inaugurarlo...
Hablamos por tanto de tres cuestiones en las que por supuesto está implicado el partido hegemónico de Euskadi, el PNV. Puede decirse que las tres cuestiones citadas redundan en lo mismo: el cambio en el propio PNV, con Pradales ya camino de los dos años como lehendakari y con Aitor Esteban consolidado en Sabin Etxea.
La política carece de memoria. Y ya pocos se acuerdan de Iñigo Urkullu y Andoni Ortuzar, que paradójicamente en las últimas semanas sí han aparecido con sus propios titulares...
En paralelo, una convocatoria de huelga general en Euskadi por parte de ELA y LAB, Pedro Sánchez redoblando su compromiso con las transferencias in extremis, etcétera. Lo dicho, una semana demasiado intensa...
Pero lo más importante son esos nuevos tiempos para Euskadi y para el PNV que se ven en Talgo, BBK y el Guggenheim. Y cuidado, porque en esta época de cambios, pueden venir más sorpresas en las próximas semanas.
