El 2025 ha sido un año significativo para el PNV, en especial por el cambio en la presidencia del partido.
Sin duda, el relevo de Andoni Ortuzar no dejó indiferente a nadie y, mucho menos, cuando se conoció que su sustituto sería Aitor Esteban, que hasta entonces había sido el portavoz de los nacionalistas vascos en el Congreso de los Diputados.
Cuando todo parecía indicar que, si Ortuzar se presentaba, repetiría como presidente del PNV un cuarto mandato más, todo cambió de rumbo en el momento en el que Esteban hizo pública su candidatura.
A través de un comunicado, quien partía como favorito, anunció que se retiraba de la carrera por la presidencia del partido al "reconsiderar" su posición y por cumplir con la renovación que parte de la militancia pedía.
Y, aunque el PNV trató con normalidad el asunto y dijo "estar más unido que nunca", lo cierto es que a nadie se le escapa que se produjo una brecha dentro de la formación con tensiones internas.
Saludo entre Andoni Ortuzar y Aitor Esteban
El PNV arrastra varios casos
A lo largo de este año, el PNV se ha visto envuelto en el debate de las puertas giratorias con, entre otros, un claro protagonista, Andoni Ortuzar.
Primero, porque fichó por la consultora Price Waterhouse Coopers (PwC) seis meses después de dejar la presidencia del PNV y, recientemente, porque ha pasado a ser el consejero delegado de Movistar Plus, la división audiovisual de Telefónica.
Un movimiento que, como otros anteriores de exmiembros del PNV, ha suscitado multitud de críticas por parte de distintos sectores y partidos.
Pero parece que incluso al propio partido nacionalista no le ha gustado. En una reciente entrevista en La Sexta, Esteban ha reconocido que este tipo de casos, además "de generar desconfianza en la ciudadanía, también lo hace entre nuestros propios militantes".
El líder del PNV ha negado que el partido haya tenido nada que ver. "No tengo ni idea de quién ha sido, de hecho, me enteré el mismo día que se publicó la noticia", ha asegurado.
El legado de Ortuzar desaparece
Lo cierto es que con el relevo en la presidencia, cada vez queda menos del legado de Ortuzar y de su gente más cercana.
Prueba de ello es otro gran relevo reciente, el de la presidencia de la Fundación BBK, que pasa de Xabier Sagredo —afín al PNV y a Ortuzar— a Unai Rementeria, exdiputado general de Bizkaia.
El PNV de Esteban deja todo bien atado al frente de la fundación propietaria de Kutxabank, con un peso pesado que ha sido diputado general de Bizkaia durante ocho años —hasta 2023— y con una breve etapa en la directiva de la EPSV Elkarkidetza.