El flan es un postre popular en muchos países y ha sido amado por generaciones. Su textura suave y cremosa, combinada con su sabor dulce, lo hace un favorito de chicos y grandes. Aunque hay muchas recetas tradicionales, siempre hay espacio para innovar y experimentar con nuevos sabores. Hoy te presentaré dos variantes únicas que tal vez no hayas probado aún: el flan napolitano y el flan de café.

  1. Flan napolitano

El flan napolitano es una delicia que tiene sus raíces en la cocina italiana, pero ha sido adoptado y adaptado por muchas culturas, particularmente en América Latina. La principal característica que lo diferencia del flan tradicional es la adición de queso crema o queso ricotta, que le da esa consistencia más densa y un sabor más profundo.

Aunque lleva el nombre de "Napolitano", no hay evidencia clara de que este flan se originara en Nápoles, Italia. Sin embargo, lo que sí es seguro es que las técnicas de postres cremosos de Italia influenciaron su creación. A lo largo de los años, cada país y región ha aportado su toque especial a esta receta. El queso en el flan napolitano no solo aporta sabor, sino también una textura más rica y cremosa. Además, el queso es una excelente fuente de calcio y proteínas.

Aquí te dejamos una receta que, aunque tiene su inspiración en la tradicional, contiene un giro único:

Ingredientes:

1 lata de leche condensada 1 lata de leche evaporada 5 huevos 200 gr de queso crema 1 cucharadita de esencia de vainilla 1 taza de azúcar para el caramelo

Procedimiento:

Comienza por precalentar el horno a 180°C. En una sartén, derrite el azúcar a fuego medio hasta obtener un caramelo dorado. Viértelo cuidadosamente en tu molde de flan. En la licuadora, mezcla las leches, los huevos, el queso crema y la vainilla hasta obtener una mezcla homogénea. Vierte la mezcla en el molde con el caramelo. Hornea a baño María durante 60 minutos o hasta que, al insertar un palillo, este salga limpio. Deja enfriar y desmolda con cuidado.

  1. Flan de Café

Para quienes no pueden decidir entre un postre y una taza de café después de la comida, el flan de café es la solución perfecta. Este flan combina la textura suave y sedosa del flan tradicional con el sabor intenso y aromático del café. No hay un origen claro del flan de café, pero es evidente que surge de la unión de dos amores universales: el café y los postres. Diferentes culturas que ya tenían el flan en su repertorio culinario decidieron añadir café, creando una combinación celestial.

El café no es solo un saborizante; también es conocido por sus antioxidantes y por proporcionar una pequeña dosis de cafeína, que puede ayudar a mejorar la concentración y el estado de alerta. Además, el café contiene minerales como el magnesio y el potasio.

Ingredientes:

1 lata de leche condensada 1 lata de leche evaporada 5 huevos 2 cucharadas de esencia de vainilla 1 taza de azúcar para el caramelo 3 cucharadas de café soluble

Procedimiento:

Precalienta el horno a 180°C. Prepara el caramelo como se indicó en la receta anterior y viértelo en el molde. En la licuadora, mezcla las leches, los huevos, la vainilla y el café soluble. Una vez todo esté bien integrado, vierte en el molde sobre el caramelo. Hornea a baño María durante 60 minutos o hasta que el palillo salga limpio. Deja enfriar y desmolda.

Para darle un toque especial a estos flanes, puedes decorarlos con frutas frescas, sirope o incluso un poco de crema batida. O, si quieres añadir un toque crujiente, pruébalo con nueces caramelizadas o trozos de galleta.

Ambas recetas son una delicia y una excelente opción si buscas variar el tradicional flan. El flan napolitano, con su toque de queso, es perfecto para quienes buscan una textura más densa y rica. Mientras que el flan de café será el favorito de todos aquellos amantes del café. ¿Te atreves a probarlos? ¡Seguro te encantarán!

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