La crisis global que llevamos arrastrando desde hace algunos años, y las dificultades económicas por las que pasan muchos ciudadanos, hacen muy complicado plantearse la idea de estrenar coche nuevo de fábrica. La venta de coches de segunda mano se impone en el mercado y es una opción asequible frente al coche nuevo, representando un alto porcentaje en el total de ventas anuales.

En el año 2023, el aumento de las ventas de coches de segunda mano con respecto al año anterior fue del 2.6%. A efectos prácticos, si un coche está bien mantenido puede durar muchos años sin que tengamos que meternos en el gasto tan elevado que supone un coche nuevo a estrenar. Pero el coche no lo es todo, hay que pensar también en el seguro más adecuado para nuestro tipo de vehículo. Por eso, para tener una idea de los precios y aseguradoras, lo mejor es consultar con un comparador de seguros de coche con herramientas como Rastreator.

Asegurar un coche antiguo a todo riesgo no es la mejor opción

Hay que tener en cuenta que cada año que pasa, un vehículo pierde alrededor de un 10-20% de su valor, de modo que las aseguradoras tienen muy en cuenta ese dato y recomiendan renunciar al seguro a todo riesgo cuando el vehículo ya ha entrado en su primer lustro de vida. No hay que pasar de alto el dato que, si un coche viejo está asegurado a todo riesgo y tiene un accidente, la compañía aseguradora solamente devolverá al asegurado el valor del coche antes del siniestro. Este valor va disminuyendo cuantos más años tenga el vehículo. Por eso, muchas veces, si el vehículo sufre una colisión, la compañía aseguradora lo declarará como “siniestro total” aunque pueda seguir circulando, ya que el coste de la reparación supera el valor venal.

Si se ha adquirido un coche que ya tiene unos años, hay que tener presente que las aseguradoras siempre intentarán reducir el riesgo de perder dinero asegurando a todo riesgo coches que ya han sufrido un desgaste. A medida que pasa el tiempo y se hacen kilómetros, las visitas al mecánico y las posibilidades de tener accidentes, aumentan. Por eso, muchas aseguradoras descartan sistemáticamente otorgar seguros a todo riesgo a este tipo de vehículos. Por lo que, si nuestro coche ya tiene más de cinco años, a la hora de buscar un seguro, probablemente sea más rentable contratar otras modalidades.

¿Qué opciones tiene el conductor del coche antiguo?

Es posible optar por dos tipos de seguro:

El seguro a terceros: es la modalidad de seguro básico que obliga la ley a todo vehículo que circule por territorio nacional. La mayor parte de países europeos obligan a contratar un seguro básico para tener derecho a circular. Independientemente de los kilómetros que se hagan al mes, o de la frecuencia con que se saque el coche, se necesitará el seguro de responsabilidad civil (la compañía paga los daños materiales y físicos causados en caso de accidente, pero hasta cierto limite). Además, cada compañía ofrece la posibilidad de contratar otros elementos en función de las necesidades del conductor, como las lunas, coche de repuesto y otras protecciones, como asistencia jurídica en caso de verse envuelto en un accidente, etc.

El seguro a terceros con franquicia: es el tipo de seguros que estaría entre la modalidad básica -a terceros- y el seguro a todo riesgo. Al contratar esta póliza, la aseguradora cubre un tope máximo (descrito en la póliza) por los daños producidos a terceros en caso de siniestro, pero no lo daños propios del asegurado, como sería el caso del seguro a todo riesgo. En conclusión, antes de consultar con un buscador de seguros, hay que determinar las necesidades de cada conductor y encontrar el seguro más apropiado para el coche sin renunciar a la seguridad.

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