Una mirada general de las preocupaciones sobre la seguridad en España

La seguridad es una preocupación constante entre los ciudadanos y evoluciona con los cambios sociales y tecnológicos. A medida que surgen nuevos métodos de intrusión o fraudes, también se desarrollan soluciones más avanzadas para proteger los hogares. La prevención sigue siendo clave: reforzar los accesos, instalar cerraduras resistentes o sistemas conectados de alarma y emergencia, como las Alarmas Securitas Direct, son medidas cada vez más extendidas.

La brecha entre percepción y realidad

El informe Observatorio Securitas Direct sobre Seguridad en las Residencias 2025 muestra que la percepción de la seguridad no siempre coincide con los datos objetivos.

Tres de cada cuatro españoles consideran que el país es seguro, pero la preocupación aumenta cuando se trata del hogar propio: el 94,7 % de los ciudadanos manifiesta inquietud por la seguridad de su vivienda.

Esto refleja una diferencia entre la seguridad “colectiva”, asociada al entorno nacional, y la “individual”, vinculada al espacio privado. El Estado y las fuerzas de seguridad ofrecen una sensación de protección general, mientras que la vulnerabilidad percibida del hogar genera más desasosiego.

Principales preocupaciones

Según el informe, los robos son la principal fuente de preocupación para 7 de cada 10 españoles (70,7 %), seguidos de las ocupaciones (56,7 %), las emergencias sanitarias (48,8 %), los incendios (41,3 %) y las inundaciones (23,9 %).

Solo un 5,3 % de los encuestados afirma no tener ninguna preocupación relacionada con la seguridad del hogar.

Estos datos muestran que la inseguridad no se asocia solo a la intrusión, sino también a incidentes fortuitos y emergencias domésticas.

Puntos vulnerables y tipos de vivienda

El 81,4 % de los españoles considera que su vivienda tiene algún punto de acceso vulnerable.

Entre ellos, un 42,8 % identifica la puerta principal como el punto más débil, seguida de la terraza (18 %), el patio (17 %) y el balcón (16 %).

La estadística respalda esta percepción: 8 de cada 10 robos se producen a través de la puerta de entrada.

Las diferencias por tipo de vivienda también son relevantes. Aunque muchos propietarios de chalets (30 %) consideran su hogar más seguro que un piso (21 %), las viviendas unifamiliares tienen el doble de probabilidad de sufrir un robo que los apartamentos.

Además, las segundas residencias presentan un 30 % más de riesgo de intrusión y un 17 % de sus propietarios no dispone de ninguna medida de seguridad.

Técnicas utilizadas y medidas preventivas

El informe identifica técnicas empleadas por los intrusos que, en general, se basan en aprovechar descuidos o accesos sin cerrar correctamente. Entre las más comunes están:

- Bumping: uso de una llave especial para abrir cerraduras estándar.

- Impressioning: replicación de llaves a partir de marcas en el cilindro.

- Escalo: acceso mediante trepado por muros o balcones.

- Ganzúa: manipulación directa de la cerradura.

- Resbalón: apertura mediante una tarjeta cuando la puerta no está cerrada con llave.

El elemento común es la discreción: los ladrones evitan hacer ruido o llamar la atención. Sin embargo, pequeñas acciones cotidianas reducen significativamente el riesgo:

cerrar siempre con llave, reforzar la puerta de entrada, instalar cerraduras inteligentes, alarmas conectadas o cámaras disuasorias, y visitar con frecuencia las segundas viviendas.

Conclusión

La sociedad española mantiene una percepción positiva de la seguridad general, pero la inquietud respecto al hogar propio sigue siendo alta. Los datos del informe indican que las preocupaciones son mayores que los riesgos reales, por lo que el enfoque más eficaz es la prevención informada y el uso responsable de medidas de protección, sin caer en el alarmismo.

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