Ni Lequeitio ni Bermeo: este es el pueblo “más de feo” de Bizkaia, según la prensa de viajes
- Cada comunidad cuenta con estos municipios que, aunque no brillen por su belleza tradicional, son piezas clave en el tejido cultural de la región
- Esta es la mejor ciudad vasca del mundo: entre las 100 primeras y por detrás de Madrid y Barcelona
Tras las navidades, muchos empiezan a planificar sus primeras escapadas del año. En esta búsqueda de nuevos destinos, la atención suele centrarse en las ciudades y pueblos más bellos, aquellos que llenan las postales y los artículos de revistas. Sin embargo, hay lugares menos agraciados en apariencia que guardan un gran valor histórico y patrimonial, esperando ser descubiertos por los viajeros más curiosos.
Es cierto que existen pueblos cuya estética puede no destacar a primera vista. La presencia de un pasado industrial, construcciones desgastadas o un desarrollo arquitectónico más funcional que ornamental puede hacer que ciertos lugares sean considerados menos atractivos. Aun así, estas características forman parte de su identidad y reflejan una historia rica y singular que merece atención.
El pueblo más feo de Bizkaia
Cada comunidad cuenta con estos municipios que, aunque no brillen por su belleza tradicional, son piezas clave en el tejido cultural de la región. En Euskadi, Bizkaia no es una excepción. De acuerdo con un reciente ranking de la revista Viajar, el pueblo menos agraciado de la provincia es Barakaldo. Situado en la comarca del Gran Bilbao, en la margen izquierda de la ría del Nervión, este municipio ha sido catalogado como el "más feo" no solo por la revista, sino también por la inteligencia artificial, según apunta ChatGPT.
Sin embargo, es importante recordar que calificar una ciudad como "la más fea" es una apreciación subjetiva que varía según los gustos y preferencias personales. Lo que para algunos puede ser un paisaje urbano poco atractivo, para otros puede representar un legado histórico, industrial y cultural digno de respeto y admiración.
Barakaldo es, ante todo, una ciudad industrial. Su desarrollo en sectores como la siderurgia y la manufactura ha dejado una huella indeleble en su paisaje urbano, marcado por fábricas, almacenes e infraestructuras que pueden no ser consideradas bellas en términos convencionales. Pero esta identidad industrial es también testigo de la capacidad de trabajo y transformación de la ciudad.
El crecimiento acelerado de la población durante la industrialización llevó a un urbanismo práctico, donde la necesidad de vivienda superó las preocupaciones estéticas. Bloques residenciales sencillos y construidos rápidamente se multiplicaron, dando lugar a una ciudad que privilegia la funcionalidad. A pesar de ello, Barakaldo ha sabido encontrar su propio encanto, con espacios verdes como el Jardín Botánico y una oferta cultural y comercial que sigue creciendo.
Barakaldo también cuenta con puntos de interés que merecen ser visitados. El Jardín Botánico de Barakaldo es un pulmón verde que alberga diversas especies vegetales y ofrece un lugar de esparcimiento y descanso. Además, el Bilbao Exhibition Centre (BEC) acoge ferias y eventos internacionales que atraen a miles de visitantes cada año. Pasear por sus calles permite descubrir rincones con historia, mercados locales y una gastronomía que refleja la tradición vasca.
En conclusión, aunque Barakaldo pueda no ser considerado el destino más pintoresco de Bizkaia, es una ciudad con alma y carácter. Su historia industrial, sus espacios verdes y su dinamismo cultural la convierten en un lugar que merece ser conocido y apreciado desde una perspectiva diferente.