Euskadi es una tierra llena de encanto, donde cada pueblo guarda una historia única y un patrimonio cultural que no deja de sorprender. Desde villas medievales hasta puertos pesqueros con siglos de tradición, sus calles, plazas e iglesias reflejan el alma de una región que combina arte, historia y naturaleza. Recorrer estos rincones es descubrir la esencia de un territorio que ha sabido conservar su identidad mientras evoluciona con el tiempo.
En muchos pueblos es habitual encontrar rutas de murales y grafitis que embellecen sus calles con coloridas expresiones artísticas. Sin embargo, en Euskadi destaca especialmente una de estas rutas, donde las paredes se convierten en lienzos que narran la historia de la pesca y el papel fundamental de la mujer en este sector. Varios artistas internacionales han plasmado su talento en estas obras, rindiendo homenaje a la tradición marinera y al esfuerzo de las rederas, creando un museo al aire libre que conecta el arte con la memoria de la comunidad.