Euskadi necesita camareros

La hostelería ha sido uno de los sectores más golpeados con la llegada de la pandemia. Las duras restricciones como las aperturas y los cierres constantes o la reducción de aforo han sacudido duramente la economía de estos negocios. A consecuencia de ello, los bares y restaurantes se han visto obligados a reducir la plantilla. Pero con la llegada del verano del 2020 se cobraba una pequeña esperanza de remontar, aunque la falta de clientes seguía siendo unas de las principales preocupaciones para los establecimientos. Un año más tarde, con la situación sanitaria más favorable y parte de la población vasca vacunada, el problema ha cambiado. Ahora los hosteleros no encuentran personal para cubrir la temporada de verano. 

Los portales de empleo de internet como Infojobs, Job Today o Lindekin se han llenado de anuncios en busca de camareros para hacer frente a la demanda de clientes. “Se necesita camarero o camarera con experiencia para restaurante en el Casco Viejo de Bilbao o se necesita personal con ganas de trabajar y de aprender para cubrir los meses de agosto y septiembre. Posibilidad de quedarse después”, son algunos de las decenas de mensajes que circulan por las plataformas de google en busca de candidatos interesados. 

Kike Trinidad, propietario del bar La Zona más conocido como Txipote´s tabern, ya había vivido esta situación años atrás, pero la crisis por la Covid-19 lo ha agrabado. “ Después de tantos meses de continuas incertidumbres la gente busca seguridad a la hora de trabajar. Nos están continuamente abriendo y cerrando los locales y esta situación causa muchísima inestabilidad. Por eso, la mayoría de los empleados del sector prefieren buscarse un trabajo en otras áreas con menos vaivenes”, manifiesta. 

Asimismo, la mayoría de los hosteleros con los que se ha puesto en contacto este medio, coinciden en señalar que las ayudas que reciben los ciudadanos en situación de desempleo condiciona, en parte, esta realidad. “Hay personas que están cobrando ayudas de 900 euros y ponerse a trabajar en el mes de verano por 300 euros más, pudiendo disfrutar de las vacaciones no les compensa. Prefieren quedarse con lo que les dan y vivir la vida”, se queja Xabier, dueño de un bar en Orduña que ha escuchado declaraciones de este tipo de primera mano. 

Lo mismo opina Trinidad, quien desde el otro lado de la barra ha percibido muchas conversaciones sobre este tema. “Si a mi me dan 800 euros por no hacer nada, ¿para qué voy a buscar trabajo?. Yo tengo clientes que reconocen que no buscan empleo porque prefieren seguir viviendo como están”. Esta posición enfurece a los dueños de los bares que confiesan invertir cerca de 12 horas al día trabajando para poder sacar el negocio adelante. 

La cifra de paro en el sector de la hostelería es  de 194.500 personas, un 5% del total de desempleo del país. Por eso, desde el gremio no comprenden cómo puede haber tantas dificultades para encontrar personal interesado en cubrir las vacantes. “No puede entender que los números sean tan altos y que haya compañeros que no puedan atender como quisieran porque no hay nadie dispuesto a trabajar”, señala Triinidad. 

Salarios bajos 

Algunos profesionales del sector no consideran que el modelo y las condiciones de trabajo habituales de la hostelería puedan resultar tan atractivas como para captar la atención de la gente y lo relacionan con otro posible factor que genera esta situación. “Hay mucho personal que está en ERTE y está dedicando este periodo a buscar unas mejores condiciones que las que ha tenido hasta el momento. El sector siempre ha sido precario y los salarios muy bajos. Además, la mayoría de contrataciones son temporales y eso hace que la oferta sea menos interesante”, expone Santiago Reyes, miembro de Bizkaidendak. 

La tasa de empleo temporal en el sector de la hostelería se sitúa en el 31% (350.900 personas) en total y en un 33% entre las mujeres del sector (202.700), según datos de CCOO, que destaca que estos porcentajes superan la media del conjunto de actividades, donde la temporalidad se sitúa en el 25% y la femenina, en el 28%.