Nochevieja de botellón y sin controles preventivos de alcoholemia

Esta Nochevieja no habrá controles preventivos de alcoholemia. La afirmación en sí misma no debería ser un llamamiento a ponerse al volante después tomar unas copitas, pero parece demostrada  a labor de estos controles de carretera para terminar de disuadir a los que no han asimilado eso de 'si bebes no conduzcas'. Pues este año, no habrá.

La decisión es del Gobierno vasco que ha optado por suspender los controles preventivos de alcoholemia y también de drogas para proteger a los agentes de la Ertzaintza de posibles contagios en plena escalada infectados  por el Covid-19.

Atiende así el departamento de Seguridad  una petición del sindicato ErNE, que había denunciado "el grave riesgo para la salud" de los agentes.

Esto no significa que no vaya a haber ningún control, habrá controles disuasorios, pero no se realizarán pruebas de alcoholemia  aleatorias si no solo a aquellos conductores que muestren "síntomas evidentes" de embriaguez o de estar drogados, o cometiendo claras irregularidades.

Seguridad ha dado ya esta orden, según ha informado ErNE, que había denunciado "el grave riesgo para la salud" que supone para los ertzainas la realización indiscriminada de estas pruebas, sin que haya "síntomas evidentes" de embriaguez o consumo de estupefacientes, con la sexta ola del coronavirus en ascenso, potenciada por la variante ómicron, mucho más contagiosa.

Ante ello, la central sindical había solicitado al Gobierno vasco que adoptara medidas que "minimizaran riesgos" de infección del virus en las unidades de la Ertzaintza, como la suspensión de los controles preventivos, salvo que existieran evidencias de que podía haberse incurrido en un ilícito penal.

Nochevieja sin cotillones y de botellón

Se da la casualidad de que este mismo sindicato advertía ayer de que habrá botellones e incidentes en la madrugada de Año Nuevo tras decretarse por el Gobierno vasco el cierre de la hostelería  a la una de la madrugada.

ErNE advertía de que será una noche "complicada" para los agentes, puesto que "la gente va a seguir de fiesta toda la noche", y los ertzainas están "en cuadro".

De hecho todo el mundo da por sentado de que habrá botellones en las calles vascas -pese a que están prohibidos ya antes del Covid- y  más incluso que otros años al no poder contar con la hostelería,  y que se repitan escenas de incidentes y enfrentamientos como en verano.

Ya incluso se habla de precintar parques de las grandes ciudades, como el de Doña Casilda en Bilbao.