Como no podía ser de otra manera, el reinicio del curso escolar tras las vacaciones de Navidad está protagonizado por la propagación de la sexta ola del coronavirus en Euskadi que está afectando como nunca antes lo había hecho al sistema escolar. Más de 800 profesores de la escuela pública vasca están de baja, lo que supone multiplicar por cuatro los profesionales en esa situación respecto a estas mismas fechas del pasado año 2021 cuando 212 profesores se encontraban de incapacidad temporal. Es más del 2% del personal docente de los 38.000 profesionales que hay en el País Vasco (cifra en la que se incluyen tanto los pertenecientes a la educación pública como a la concertada) para más de 17.000 aulas en las que hay escolarizados 370.000 escolares vascos.
En este contexto de incertidumbre, el sindicato mayoritario en la educación, Steilas, ha denunciado en 'Crónica Vasca' que "el profesorado que no de positivo en la prueba PCR de Osakidetza tendrá que hacerse cargo de los días que haya estado de baja con su sueldo y mediante sus días hábiles". Su portavoz, Nagore Iturrioz, ha explicado que a los profesores les hacen "firmar un documento si se encuentran en casa por motivo de covid" y luego, si dan negativo en la PCR "se les descontarán esos días de su sueldo". Iturrioz ha expresado su preocupación porque esta situación "pueda fomentar una actitud irresponsable" del personal docente que opte por acudir a su puesto de trabajo, mientras espera la realización y el resultado de su PCR y "luego puede dar positivo" con todo lo que ello conlleva para el centro escolar y las aulas en las que haya impartido las materias. Un asunto espinoso que no suma a la hora de poner coto a la reproducción del virus en los colegios vascos.
Y es que desde que una persona empieza a tener síntomas o da positivo en un test de antígenos realizado en su propio domicilio, hasta que Osakidetza fija una fecha para la realización de una prueba PCR y traslada su resultado, puede pasar casi una semana debido al colapso que hay en Osakidetza por la explosión de la pandemia. Si posteriormente, el personal docente afectado diera negativo en el test de Osakidetza, "se le va a descontar de su sueldo" todos los días en los que "responsablemente" ha estado aislado en su casa.
La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha señalado que aquellos que dan positivo en un test de antígenos comprado en una farmacia deben aislarse en sus domicilios, ya que estas ofrecen "una altísima probabilidad" de que esta persona está infectada por la covid-19. Estas personas deben gestionar su enfermedad y si su estado empeora ponerse en contacto con su centro de salud, así como registrar el resultado del test en la web de Osakidetza. En ese caso, el Departamento de Salud verificará los positivos en antígenos si la persona afectada necesita la baja. Un asunto muy criticado por los sindicatos que reprochan "la incertidumbre" que produce el "hazlo tu mismo y el "valoralo tu mismo" que está incentivando el Gobierno vasco.
Steilas pide conocer "cómo se van a gestionar todas las bajas laborales", ya que se prevén "muchos contagios de alumnos y profesores" durante las próximas semanas. "El protocolo solo establece recomendaciones, pero hay que especificar y concretar más ante lo que tenemos por delante", expone Iturrioz. El sindicato ha corroborado que "los datos cuadran" respecto a la cifras de bajas entre el profesorado dadas este lunes por el consejero de Educación, Jokin Bildarratz. En este sentido, Steilas asegura que los centros escolares "están bastante satisfechos de cómo se están cubriendo las bajas del personal en Infantil y Primaria, no así tanto en Secundaria". "Hoy es el primer día de colegio y, por tanto, las valoraciones reales se verán a largo plazo con el paso de los días", añade.
Dudas sobre el cierre de aulas
Iturrioz también ha mostrado sus dudas ante los criterios que fijarán el cierre de las aúlas. "Es llamativo que tanto el consejero de Educación como la consejera de Salud no se atreven a decir cual es el criterio establecido para confinar un aula", expone. "¿Serán los rastreadores o quién establecerá los requisitos", se pregunta antes de señalar que "el número de positivos que se establezca para cerrar un aula determinará si la educación presencial va a ser real o no". El Departamento de Educación asegura que el criterio lo establecerá el Departamento de Salud, pero Salud ha establecido que sea la red de vigilancia la que decida cerrar un aula o no, dependiendo del momento y la situación de cada centro. Así que el Gobierno vasco no despeja las dudas y, como ha dicho Sagardui, "en estos momentos lo que se hace es ver qué realidad nos encontramos durante este lunes y cómo lo gestionamos".
Lo que no varía es el proceso para afrontar la presencia de posibles positivos en las aulas. Si el centro educativo detecta que un alumno puede estar enfermo, se informa a sus padres para que se quede en casa y de resultar positivo, se trasladará al resto de las familias para que estén atentos a posibles síntomas de sus pequeños. Según datos de Salud, el 40% de los menores de 12 años están vacunados con una dosis. Una inoculación que Bildarratz defiende que funciona, ya que "prácticamente no ha habido aulas de mayores de 12 años cerradas hasta diciembre".
Los sindicatos reclaman implementar nuevos mecanismos que aumenten las listas de sustituciones en el caso de que hubiera muchas bajas entre los profesores como, "al igual que en sanidad, poder contar con profesorado jubilado" que refuerce el sistema, así como "flexibilizar los requisitos de forma excepcional" para habilitar más plazas de docentes. Actualmente, "hay gente en las listas para sustituir, pero hay que estar preparado ante un posible contagio masivo entre el profesorado", explica Iturrioz.