Euskadi solo tiene una enfermera escolar por cada 21.000 alumnos

Educación y Sanidad, los dos grandes frentes abiertos del Gobierno vasco coinciden en una nueva problemática para el mismo. Y es que si bien, esta situación lleva siendo motivo de reivindicación por parte de padres, madres, profesores, sanitarios y sindicatos desde hace años, es ahora cuando se ha podido materializar y ponerle números. Según los últimos datos, Euskadi cuenta actualmente con 18 enfermeras escolares en sus centros públicos, es decir, una por cada 21.100 alumnos vascos. 

Datos que recoge el Observatorio de Enfermería Escolar del Consejo General de Enfermería, que además, si bien aclara que estos datos mejoran en el conjunto de España  -con una media de una enfermera por cada 6.685 alumnos- en un 30% los del año anterior cuando se contabilizaba una por cada 8.497 alumnos; da por ‘suspendido’ este aspecto en el país ya que solo una comunidad autónoma: Madrid, registra un porcentaje próximo a los estándares internacionales: una enfermera por cada 750 alumnos. 

“No hay una apuesta firme para las enfermeras escolares. En Euskadi, desde hace años se dejó de apostar por esta figura y se ha ido desmantelando hasta el punto de que quedan pocas, y las que quedan son enfermeras de atención primaria que además tienen que realizar esta labor”, explica Amaya Mayor, portavoz del sindicato de Enfermería de Euskadi. Explica, además, que esta figura apostaría beneficios en los colegios “a todos los niveles”, desde la educación de la salud esencial hasta la promoción de hábitos saludables, pasando por el cuidado de alumnos con enfermedades crónicas y urgencias. “Somos una sociedad muy envejecida en la que los problemas de salud, como la obesidad o la diabetes se están adelantando. Por eso, promover hábitos saludables desde la infancia es esencial”, ejemplifica. 

Desde SATSE, defienden la presencia de una enfermera que pertenezca a Osakidetza, que pertenezca al ámbito de atención primaria y que tenga un número de colegios en su cupo “a los que ayude en temas puntuales, campañas de formación y prevención de hábitos saludables, enfermos crónicos y atención urgente”. Una figura, añade Mayor, “que traería muchos beneficios a los entornos escolares”, donde muchas veces “son los propios profesores lo que tienen que asumir labores en las que no están formados”. 

Asegura que esta fue una de las peticiones que el sindicato realizó en el último debate de ley de Salud pública -que todavía está en trámite-, “que se avanzase en una ley de salud escolar en Euskadi impulsando esta figura”; iniciativa que, según explica, se pretende abordar desde Educación aunque, a su juicio, “esta debería pertenecer a Osakidetza, en concreto al entorno de atención primaria”. 

Por eso, y siendo conscientes de la situación actual, concluye: “Si no se quiere o se puede poner en todos los colegios de Euskadi, queremos impulsar el desarrollo progresivo de esta figura. Hay que hacer un estudio de necesidad a nivel escolar y empezar a andar, porque tendría resultados muy positivos en los profesores, en los alumnos y en las familias”.