Pocas veces una película del Festival Internacional de Cine de San Sebastián ha suscitado tanta polémica como lo ha hecho el Documental 'No me llames Ternera'. La cinta, que se apoya en una entrevista del periodista catalán, Jordi Évole, al exterrorista y exdirigente de ETA, José Antonio Urrutikoetxea, alias 'Josu Ternera', ve finalmente la luz con su estreno de este viernes como apertura de la sección 'Made in Spain', del Zinemaldia. Sin embargo, incluso antes de su primera proyección, las protestas y denuncias en contra de esta película han llevado a todo un debate social en contra de su estreno, por parte, incluso, de quienes todavía no la han llegado a ver.
Desde que el Festival de San Sebastián anunció que la cinta 'No me llames Ternera' -desarrollada también por Netflix-, formaba parte del programa oficial de esta edición, se cuenta por cientos quienes han denunciado que se trata de una excusa para "blanquear" la historia de ETA y la figura de uno de sus máximos dirigentes históricos. Incluso, medio millar de personas firmaron un manifiesto en el que reclamaban que el documental debía retirarse del Zinemaldia por darle voz a "un terrorista prófugo y condenado por asesinatos muy graves", como denunció en su momento la asociación de víctimas Dignidad y Justicia.
Un texto escrito y firmado por figuras de gran relevancia dentro de la lucha por mantener vivo el recuerdo de quienes sufrieron la actividad de esta organización terrorista. Algunas de ellas, referentes de la literatura y la universidad como el filósofo Fernando Savater, los profesores Carlos Martínez Gorriarán y Carlos Fernández de Casadevante, los escritores Félix de Azúa, Andrés Trapiello y Fernando Aranburu, y los periodistas Miguel Ángel Idígoras y Santiago González, entre muchos otros.
Sin embargo, desde el inicio de la polémica, la organización del Zinemaldia ha defendido férreamente la inclusión de esta cinta dentro del festival e invitó a sus detractores a ver el documental para que cambiaran su opinión. Incluso, el propio director del festival, José Luis Rebordinos, aseguró que la película "no tiene nada ilegal, ni ningún apoyo" a la banda terrorista, y aseveró que si la cinta "blanqueara a ETA, no la proyectaría".
De hecho, dos víctimas de la banda terrorista que sí llegaron a ver la película, Iñaki García Arrizabalaga, hijo de Juan Manuel García Cordero, asesinado por los Comandos Autónomos Anticapitalistas el 23 de octubre 1980, y Josu Elespe, hijo del concejal socialista de Lasarte-Oria, Froilán Elespe, asesinado por ETA el 20 de marzo de 2001, coincidieron en su impresión positiva sobre esta.
Un Ternera "acorralado"
Lo más destacado por las víctimas que han podido acceder al documental es que 'Josu Ternera' queda "acorralado" por Jordi Évole en algunos momentos de la entrevista y "trata de injustificar lo injustificable". Incluso, según compartió García Arrizabalaga en X (el antiguo Twitter) el exdirigente de ETA, quien no se muestra arrepentido "de nada" "de lo que hizo en sus 50 años de militancia, "miente en varios momentos del documental para protegerse contra posibles acciones judiciales futuras".
Además, destacó que es una víctima del propio Urrutikoetxea, Francisco Ruiz Sánchez, quien, pese a salir en cámara "diez veces menos", muestra "infinita más dignidad humana" que el exdirigente de ETA. Lo que da muestra de la línea que sigue este documental.
Por otra parte, la cinta que este viernes ve finalmente la luz en el Festival de San Sebastián, no solo ha recibido críticas por parte de las víctimas y otros sectores de la sociedad como Dignidad y Justicia o la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) -Covite y la Fundación Buesa han optado por no posicionarse hasta ver la entrevista-, sino que desde el lado político de la izquierda abertzale, Sortu también se ha mostrado en contra de la película. Sin embargo, lo argumentos en los que se apoya son absolutamente contrarios a los defendidos por las víctimas.
El secretario general de la principal formación política que compone EH-Bildu, Arkaitz Rodríguez, que también pudo acceder a una previsualización de 'No me llames Ternera', denunció que en esta cinta el antiguo líder de ETA aparecía "bastante acorralado", y que se muestra "una mirada extremadamente parcial" de lo que fue "el conflicto".
En esta línea, aseguró que la cinta es "una secuencia de los atentados más duros de ETA, con una perspectiva "exclusivamente centrada en la violencia de ETA y sus consecuencias trágicas", cuyo fin, según el dirigente de Sortu, es el de "alimentar un determinado relato único, que a su juicio "no refleja realmente lo sucedido en este país y que difícilmente va a construir una convivencia realmente democrática". Además, criticó que en la película "no tiene cabida la violencia del Estado y sus consecuencias igualmente trágicas".
Todo esto, desde las denuncias de las víctimas antes de la presentación del documental, hasta las críticas de Sortu, formación que nunca ha llegado a condenar expresamente la violencia de ETA, pasando incluso por las pintadas que aparecieron en el Kursaal de San Sebastián, donde tiene lugar gran parte del Zinemaldia, crea un contexto de gran expectación ante una cinta que, de seguro, provocará grandes reacciones.