La asociación ecologista Azurreka va a trasladar mociones para la valoración en los plenos de Amorebieta, Galdakao, Bedia y Lemoa en las que se pide apoyo para la realización de un estudio olfatométrico en el vertedero de Bistibieta. Como desveló Crónica Vasca, la agrupación sospecha que en la base del basurero, pendiente de ampliación, hay chapapote procedente del Prestige que puede resultar peligroso y puede generar graves perjuicios a los vecinos.
Tras reunirse con el área de Medio Ambiente del Gobierno vasco, el portavoz de la asociación, Unai Ortuzar, trabaja ahora a nivel local para intentar implicar a los ayuntamientos en la realización de una prueba que permita determinar si hay o no chapapote.
El Gobierno vasco aseguró en respuesta a este medio que lo que se trasladó a Bistibieta en 2002, cuando el Prestige se hundió, fueron únicamente utensilios, ropas y bolsas para recoger el fuel de las playas debidamente tratados de manera que se consideran residuos no peligrosos, es decir, se cumplen los requisitos del vertedero. La formación Elkarrekin-Podemos ha solicitado a la consejera Arantxa Tapia, de cuyo departamento depende Medio Ambiente, más explicaciones sobre esta cuestión y, en especial, que determine qué prueba puede realizarse para determinar la existencia o no de chapapote.
A la espera de estas explicaciones, Azurreka está orientando a los vecinos de la zona más próxima al vertedero, principalmente casas familiares con terreno y algunos negocios, sobre posibles pasos legales a realizar. Asimismo ha pedido a los ayuntamientos que comparten los terrenos donde se ubica la instalación que aborden en pleno este tema y respalden económicamente la realización de un estudio olfatométrico (el olor a hidrocarburo es uno de los indicios que aportan los ecologistas).
Esta prueba permitiría, indican, comprobar si existe o no chapapote o derivados de hidrocarburo que "deberían estar en celdas especiales" y no en Bistibieta, así como posibles riesgos para vecinos y medio ambiente y medidas a tomar.