Este pasado martes, un juzgado de Donostia-San Sebastián declaró ilegal la licencia del chalet que Xabi Alonso se ha construido en la cumbre de Txalin, en Igeldo. Una decisión ha generado controversia en la ciudad y que se alargará más de la cuenta después de las palabras expuestas por el actual alcalde, Eneko Goia. Desde el Ayuntamiento han afirmado que van a recurrir la sentencia del Juzgado de lo contencioso-administrativo número 3, remarcando que el fallo se refiere a la forma de la cubierta de la villa del exfutbolista, algo que no pone en cuestión ni mucho menos la edificabilidad de la vivienda y que no ordena tampoco su demolición, tal y como apuntaban diferentes medios durante estos días.
De esta manera, el Ayuntamiento se opone a la decisión del Juzgado y de Haritzalde Naturzaleen Elkartea e Ieltxo Kultur Elkartea, asociaciones que denunciaron "la obra a finales del del año 2022", aunque no ordenaron "su derribo". El principal motivo, según explica Haritzalde, se centra en que se ha construido "al lado de un depósito de agua en el monte Igeldo" y que se ha edificado en un "terreno rural no urbanizable", palabras que coinciden con la de los vecinos de la zona. Xabi Alonso y su mujer, Nagore Aranburu, adquirieron más de 10.500 metros cuadrados de terreno en el año 2018 mediante su empresa inmobiliaria Tavaro XXI, creada desde junio del 2005.
"Los servicios jurídicos están analizando la resolución judicial que ha anulado la licencia porque la cubierta del edificio es plana y no a 2, 3 o 4 aguas"
Goia defiende que "la sentencia no cuestiona ni la edificabilidad ni ordena la demolición de la vivienda" construida ahora en Igeldo y remarca que "que los servicios jurídicos están analizando la resolución judicial que ha anulado la licencia porque la cubierta del edificio es plana y no a 2, 3 o 4 aguas", tal y como indica la normativa que debería haberse construido desde un principio.
Las asociaciones, una vez que observaron el inicio de la construcción de la villa, se dirigieron "al consistorio en varias ocasiones sin obtener respuesta" y llegaron a llevar este caso hasta "los tribunales", demandando al Ayuntamiento de Donostia por permitir esto. Según apunta la prensa local, la obra proviene de la expropiación de un caserío de Martutene. El Ayuntamiento autorizó al propietario a reconstruirlo en otra parte. Por ello, le otorgó una licencia que luego vendió.
El arquitecto aprobó el diseño
La gran pregunta que se hacen los vecinos es sobre el motivo que hay detrás de esta construcción y la "preferencia" en aceptar la construcción de Alonso y no la del caserío de Martutene. La principal causa la justifica el arquitecto que validó este movimiento en 2018, alegando en un informe que el diseño de la nueva casa porque es "más respetuosa con el entorno y se mimetiza con el paisaje, por lo que su presencia pasa más inadvertida", ajustándose de manera correcta al "artículo 64 del PGOU de reducir y minimizar todo tipo de impacto paisajístico o ambiental".
"La memoria de la obra indicaba que el objetivo es más una operación topográfica que la construcción de un edificio"
Mientras tanto, el técnico del Bayer Leverkusen se mantiene al margen junto a su esposa, centrado en la temporada liguera y dejando el asunto en manos de los servicios jurídicos. Por su parte, Ieltxo Kultur Etxea, Haritzalde Naturzaleen Elkartea y los vecinos de alrededor de Igeldo, continúan alegando que la edificación, hagan los ajusten que hagan, "no se ajustará a la tipología original" y confían en que, una vez más, el juez les "termine dando la razón. La memoria de la obra indicaba que el objetivo es más una operación topográfica que la construcción de un edificio". Aún y todo, no parece probable que esta nueva villa sea derribada.