Aitor Arregi se califica como una persona "exigente", "trabajadora" y que, para conseguir algo, "hay que lucharlo hasta el final". Lo fue como futbolista desde los 20 años, momento en el que debutó como jugador en el Deportivo Alavés, club en el que permaneció cinco años y con el que consiguió ascender a Segunda División después de una larga travesía en la tercera división del fútbol español. Con más de 350 partidos a sus espaldas, Arregi no se alzó nunca con un título en el deporte rey, pero sí lo hizo una vez colgadas las botas de forma prematura con 31 años siendo esencial en el negocio de su familia, el restaurante Elkano. A día de hoy, tiene una estrella Michelin y el local está entre los 50 mejores del mundo, un ascenso meteórico que justifica el apodo que lleva consigo desde sus inicios en el fútbol: 'El Príncipe del Rodaballo'.
Lo cierto es que su don en la cocina también se reflejó sobre los terrenos de juego. Ha sido futbolista profesional durante 11 temporadas, jugando en equipos como el ya mencionado Deportivo Alavés, donde disputó 165 partidos; el Villarreal CF, con el que jugó en Primera División; el Eibar, el Elche y el Burgos, equipo en el que, tras permanecer un año, decidió dejar de lado el mundo del fútbol para centrarse en el restaurante familiar, el Elkano. Fue un jugador que pasó gran parte de su carrera en Segunda División. Además, jugaba como lateral izquierdo, una posición en la que, a pesar de ser defensiva, no le impidió marcar gol en la mayoría de los equipos en los que militó. Llegó a anotar hasta ocho goles, cinco de ellos con un Alavés al que le guarda un cariño muy especial cada vez que le toca hablar sobre el cuadro babazorro.
Este éxito propició que Pedro Arregi trasladara su restaurante Elkano a su ubicación actual, en el año 1975
"¡Gol del Príncipe del Rodaballo!", cantaban los aficionados que se acercaban a Mendizorroza. Y es que su apodo viene directamente por su familia. Su padre, Pedro Arregi, fue bautizado en su momento como el 'Rey del Rodaballo' tras instalar una parrilla en la pulpería de su madre y asar este pescado que, a día de hoy, es el sello principal del Elkano. Lo cierto es que este éxito propició que Pedro trasladara su restaurante a su ubicación actual, en el año 1975. Y es que a pesar de dedicarse al fútbol desde muy pequeño, Aitor Arregi estuvo rodeado de fogones desde que tiene uso de razón. Por eso, tras la retirada, decidió darle continuidad a lo que tanto luchó su padre. Y por supuesto, a alargar aún más el legado familiar.
De los primeros fichajes de Roig
Pero antes de nada, Arregi cumplió su sueño: el de convertirse en jugador de fútbol y disputar partidos en la élite, en Primera División. No lo hizo con el Deportivo Alavés, pero sí con un Villarreal CF que comenzaba su proyecto de la mano de Fernando Roig. De hecho, fue de los primeros fichajes que realizó el copropietario de Mercadona en 1997. Una temporada más tarde, y tras ascender a La Liga, debutó ante el Real Madrid en el Estadio Santiago Bernabéu tratando de evitar que Raúl González Blanco tocara un solo balón. Unos años más tarde, prometió a su padre que, una vez colgadas las botas, le echaría una mano en su restaurante, algo que cumplió en 2002.
El restaurante Elkano lleva, desde el año 2019, entre los 50 mejores restaurantes del mundo, concretamente en el puesto 22
Desde entonces, no se ha vuelto a separar de un delantal o un trapo de cocina. El Elkano lleva, desde el año 2019, entre los 50 mejores restaurantes del mundo. Por su comida, por su trato a los clientes y por su cariño a la hora de elaborar cada plato. Todo esto le ha servido para que, en el último ranking, esté ubicado en el puesto número 22. No solo eso, sino que además cuentan con una estrella Michelin y tres Soles Repsol. Getaria es, desde aquel primer pescado que asó su padre en la parrilla, cuna del rodaballo. Aún y todo, Aitor Arregi decidió expandir esos sabores más allá de la localidad guipuzcoana. Por eso, abrió un segundo establecimiento en Palma de Mallorca, ubicado en el hotel Iberostar Selection Playa de Palma. Y poco después, en Cádiz, concretamente en Cataria, situado en la playa de la Barrosa en el Iberostar Selection Andalucía Playa.