El euskera es el único idioma de España que no deriva de ninguna otra lengua, ni del latín, ni de otras familias. Algo que sigue sorprendiendo a los expertos, pues se trata de un caso único y muy raro. Todo un enigma. Esta lengua, que es la más antigua de Europa y única en el mundo, convive en armonía con otros idiomas en España y, actualmente, la hablan más de 700.000 habitantes de Euskadi, Navarra e Iparralde. Así lo asegura la periodista Leire Ventas en el canal de YouTube de BBC News Mundo en el vídeo El enigma del origen (y otras curiosidades) del euskera, la singular lengua de los vascos.
Como se menciona anteriormente, no guarda relación con otro idioma, pero sí mantiene unos pequeños parecidos con otras lenguas. Estas se ubican en Asia y en Europa y las lenguas de estos dos continentes contienen más similitudes con el euskera de lo que uno se imagina. Es el japonés el que muestra semejanzas en la fonética, verbos y sintaxis en el caso de Asia. Pero hay otros idiomas asiáticos y europeos con parecidos.
El armenio, un idioma que se parece al euskera
Existen más de 300 coincidencias gramaticales, léxicas y fonéticas entre el euskera y el armenio. Lo descubrieron hace siglos el lingüista vasco-británico Edward Spencer Dodgson y el filólogo alemán Joseph Karst. Así lo recoge el medio DEIA en su artículo El euskera en el mundo: ¿en qué país ha influido más? Ejemplos de ello son tegi (lugar) y zati o zat (cacho o porción en ambas lenguas). Hay otras palabras, como urti (que significa agua abundante), ardi (oveja) y gari (trigo).
Además, en 1998 también se identificaron alrededor de 600 palabras que comparten el armenio y el euskera. Lo hizo el lingüista Vahan Sargsyan, experto que expresa que se introdujeron "mediante la metalurgia y la agricultura gracias a una antigua migración de armenios a tierras vascas".
Parecidos con el japonés
También existen parecidos con el japonés. La Real Academia de la Lengua Vasca (Euskaltzaindia), en su artículo Coincidencias de la lengua vasca con la japonesa, expone que el profesor de lenguas orientales, León de Rosny señala en su obra Elements de la grammaire japonaise las coincidencias entre este idioma y el euskera.
Una de ellas es que en ambos idiomas existen reduplicaciones. En euskera se repite un vocablo sin repetir el sufijo incorporado, como eder ederra (muy bello), egun egunean (en el mismo día). Algo que también sucede con el japonés: sima simani (en todas las islas). Otro parecido es que en las dos lenguas existen verbos infinitivos acabados en 'i'. En japonés existen las palabras tukuri (hacer), kakusi (ocultar), konomi (amar).
[Esta es la palabra en euskera que nadie del resto de España entiende: cuesta pronunciarla]
Existen, por otro lado, diferentes tratos del lenguaje en el japonés y en el euskera, como el trato familiar, el trato más cercano y otro trato más respetuoso. Además, ambos conservan el vocablo nominal del fenómeno atmosférico. En euskera se dice euria da (llueve) o elurra da (nieva), mientras que en japonés se dice amega furu (llueve) o yukiga muur (nieva).