Euskadi es una región rica en cultura y con un pasado cargado de historia. No importa hacia dónde se dirija uno; siempre encontrará una construcción antigua que refleja este legado. Entre ellas, destacan los tradicionales baserris o caseríos: casas rurales típicas del País Vasco ubicadas en la montaña, que en el pasado eran muy utilizadas.
Aunque hoy en día aún se ven en uso, su frecuencia ha disminuido, especialmente desde que la modernización impulsó a muchos a mudarse a las ciudades. Estos caseríos han sido tan fundamentales en la historia vasca que uno de los más antiguos en Vizcaya abre sus puertas al público desde enero hasta septiembre y durante la temporada navideña. ¿La razón? Además de ser uno de los caseríos más antiguos de Euskadi, es el hogar de dos figuras mitológicas muy queridas por los niños vascos: Olentzero y Mari Domingui.
Este es el caserío más antiguo de Euskadi
El caserío de Landetxo Goikoa, ubicado en Izenaduba Basoa, Mungia, ocupa una extensión de más de 6.000 metros cuadrados y alberga a personajes míticos de la tradición vasca, además de contar con abundante historia para explorar. Se cree que fue construido en 1510, según la información disponible en el portal de Turismo Euskadi, en su sección sobre Izenaduba Basoa.
Este caserío es un “modelo y referente” de las demás construcciones tradicionales vascas. Gracias a las visitas guiadas, los turistas pueden apreciar la arquitectura típica y el complejo sistema estructural que emplearon en su construcción. En épocas pasadas, los vascos dedicaban sus días a las labores agrícolas y al cuidado de los animales en estos hogares.
“La magia y lo inexplicable de la vida cotidiana se reflejan en elementos como el eguzkilore (el girasol en euskera) en la puerta, los nidos de golondrina en el pórtico, el fuego y las brasas en la cocina, o herramientas como la hoz, el hacha y la herradura. Cada uno tenía un valor simbólico y místico”, explica el artículo. Todos estos objetos, usados en el día a día, pueden apreciarse en una exposición dentro del caserío.
“El baserri fue, y aún es, un punto de encuentro para la magia, las creencias y los mitos: una institución clave para la identidad vasca”. Sin duda, una visita obligada para sumergirse en la historia vasca en toda su profundidad. Las visitas guiadas, que cuestan 7 euros, tienen una duración aproximada de una hora y media.
Este es el secreto mejor guardado del caserío
Además de ofrecer un recorrido por su historia, el caserío también guarda otros secretos. Se trata del mayor parque temático de Euskadi dedicado a la mitología vasca y abre sus puertas para visitas especiales en noviembre y diciembre.
Durante el resto del año, el caserío puede visitarse entre enero y septiembre. “Durante estos meses, el parque organiza numerosas actividades, entre ellas, visitas guiadas al caserío Landetxo Goikoa, campamentos infantiles, conciertos y degustaciones gastronómicas”, informan desde el lugar.