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Las redes sociales a menudo logran sorprendernos. Tras una semana en la que un país entero está abatido por los daños causados por la DANA en su paso por la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía, aún aparecen algunos videos que, por un momento, nos permiten olvidar la catástrofe o simplemente fomentar la solidaridad, la precaución y recordar lo que no se debe hacer durante un temporal.

El amor todo lo puede: de Canadá a Euskadi

Una de estas historias emotivas nos la trae EnekoBoll, un TikToker de Donostia, quien ha compartido la llegada de su novio a Euskadi después de varios años en el extranjero, demostrando que el amor supera cualquier distancia. Eneko cuenta que su pareja ha viajado a Donostia después de dos años. Desde temprano en la mañana, Eneko documentaba sus nervios en un videoblog para su perfil de TikTok, emocionado por el reencuentro.

A lo largo del video, mientras lidia con la ansiedad y la incredulidad, Eneko repasa su historia de amor: conoció a Oliver, su media naranja, durante un viaje a Tailandia, y juntos recorrieron el sudeste asiático. Ahora, después de ese tiempo separados, Oliver ha venido desde Canadá para pasar unos días con él.

El encuentro no estuvo exento de tensión. En la pequeña estación de San Sebastián, Eneko no lograba encontrar a Oliver, lo que aumentó su emoción. Sin embargo, finalmente el reencuentro se da con un final feliz. Ahora, Oliver está junto a Eneko, listo para descubrir las tradiciones de Euskadi, como el kalimotxo y los pintxos, entre otras experiencias.

Los radares vascos, a juicio de los andaluces

El periodista malagueño y usuario de redes sociales @manuelgarciag00 se ha hecho viral en TikTok por su video sobre la cantidad de radares vascos que hay en Euskadi: "Hermano, ¿cómo tenéis tantos radares en la carretera picha? Me hice el trayecto Donosti-Bilbao y me encontré 30 radares", cuestiona el tiktoker en su video.

El periodista ha causado revuelo en las redes tras regresar de sus vacaciones para lo que para él es un “fallo” en esta comunidad: "Pero además radares traicioneros, hermano. De esto que vas a 120 por la carretera y de repente empieza una pendiente impresionante por la autovía y te pone: radar a 80. Hermano, eso es de ser muy perro”.

Muchos usuarios le han dado la razión comentando que los radares en Euskadi están ubicados en los lugares más imprevisibles: "Bienvenido a Euskadi , tenemos radares en los sitios más escondidos , y aunque sean amarillos fosforitos no se ven hasta el ultimo momento, en autovía, nacional, dentro de ciudad, en montes", ha comentado un usuario al respecto. 

Malestar con el vasco Luis Zamalloa

La reciente tragedia provocada por los incidentes de la DANA ha vuelto a poner en evidencia cómo el capitalismo prioriza la ganancia a costa de la seguridad de las personas. Durante esta emergencia meteorológica, se observó que trabajadores de empresas como Mercadona, Amazon e Ikea, entre otras, tuvieron que cumplir con sus jornadas laborales, a pesar de las condiciones meteorológicas adversas. Esta situación ha reavivado el debate en Valencia sobre la seguridad laboral en situaciones de riesgo climático.

A este contexto se suma otro incidente que se viralizó rápidamente. El influencer Luis Zamalloa, esposo de Marta Pombo, compartió en sus redes un video en el que mostraba cómo había pedido comida a domicilio en plena tormenta. Zamalloa, quien había estado fuera de casa todo el día y, tras regresar de un evento, decidió hacer un pedido de comida: “Me he pedido un ‘macas’. Hoy es día de darle al de Glovo propina, ¿eh? Se la voy a dar en efectivo porque menuda lluvia se ha comido, el pobre. Que nada, chavales, buenas noches. Sed felices, trabajad mucho, que todavía no se ha pagado”, comentó.

Este gesto de dar una propina en efectivo fue rápidamente criticado y reavivó el debate sobre si, en condiciones de clima extremo, es justificable poner en riesgo la vida de los repartidores, quienes además suelen trabajar en condiciones laborales y económicas precarias. Las críticas fueron tan intensas que el video fue eliminado a los pocos minutos.