El invierno está cada vez más cerca en Euskadi. Aunque noviembre ha comenzado con temperaturas inusualmente cálidas, casi primaverales, un fenómeno poco habitual en esta región del norte de España, se anticipa una pronta llegada del frío.
Mientras que el este del país enfrenta el impacto devastador de una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), en el País Vasco, los termómetros comienzan a descender, preparando el ambiente para el cambio de estación. Las chaquetas gruesas, bufandas y abrigos invernales vuelven a ser una vista común en las calles, indicando que el invierno está a la vuelta de la esquina.
Euskadi es conocida por sus bajas temperaturas, especialmente en zonas como Álava. A pesar de las alteraciones que trae el cambio climático, que en ocasiones suaviza las temperaturas, la región sigue siendo una de las más frías de la península.
Tanto es así, que la capital alavesa, Vitoria-Gasteiz, se ha ganado el apodo de "Siberia-Gasteiz" debido a su clima frío, caracterizado por temperaturas bajas y frecuentes nevadas que, en ocasiones, llegan a cubrir la ciudad con un manto blanco, dando un aspecto casi siberiano a sus paisajes urbanos.
El pueblo más frío de Euskadi
Entre los puntos más fríos de Euskadi, destaca el pequeño enclave de Iturrieta, un despoblado ubicado en la montaña alavesa, en el municipio de Agurain, a casi mil metros de altitud.
El año pasado, Iturrieta registró la temperatura más baja de la comunidad, alcanzando los 8,2 grados bajo cero, lo que lo posiciona como uno de los lugares más fríos de la región. Aunque es un lugar poco habitado, el entorno natural de Iturrieta ofrece numerosas posibilidades para el senderismo y el ciclismo de montaña, atrayendo a los amantes de la naturaleza que desean explorar sus caminos y descubrir la belleza de sus paisajes.
Además del encanto natural de la montaña alavesa, la zona alberga monumentos megalíticos de gran interés histórico y arqueológico. Entre ellos destacan el dolmen de Sorginetxe, ubicado en Arrizala, así como el crómlech de Mendiluze y el menhir de Itaida, situados en la sierra de Entzia, cerca del puerto de Opakua.
Estas estructuras prehistóricas, bien conservadas, son testimonios de antiguas culturas que habitaron la región y añaden un componente místico al paisaje. Estos vestigios megalíticos, rodeados de montañas y valles, invitan a los visitantes a hacer un viaje al pasado mientras recorren estos parajes llenos de historia y naturaleza.
Conforme avanza noviembre, la bajada de las temperaturas traerá consigo un invierno característico de Euskadi, transformando sus paisajes y recordando a los habitantes y visitantes el espíritu frío, pero encantador, de esta región.