M. A. Lertxundi
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Carpetazo judicial inesperado. El caso de las filtraciones en las OPE de Osakidetza, que en su día generó uno de los mayores problemas en la era de Iñigo Urkullu como lehendakari, acaba de ser archivado por un juzgado de Vitoria. Aunque cabe recurso, huele a final anticipado de un escándalo que supuso la dimisión del entonces consejero del ramo, Jon Darpón

Tal y como recoge Europa Press, el juzgado de Instrucción número 2 de Vitoria-Gasteiz ha dictado un auto con el que finaliza la instrucción del procedimiento abierto por las presuntas filtraciones de exámenes en la OPE de Osakidetza 2016-2017, en el que acuerda el sobreseimiento de las actuaciones.

El auto, contra el que cabe recurso, concluye que "respecto de todas las especialidades que han resultado investigadas en este procedimiento, a excepción de la de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, no ha quedado ni lo más mínimo e indiciariamente justificado que quienes resultaron investigados en las referidas especialidades llevaran a cabo una filtración de las preguntas o una infidelidad en la custodia de los exámenes".

Aspirantes en la OPE de Osakidetza / EUROPA PRESS

De esa forma, y al "no existir indicios racionales de la comisión del ilícito que se atribuía" a los investigados, procede acordar el sobreseimiento libre para 17 de las 19 personas investigadas.

En lo que concierne a los investigados en la especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, el auto --del que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha difundido un extracto-- también declara el sobreseimiento libre para dos de los investigados.

Por el contrario, considera que "no procede" acordar el sobreseimiento libre", sino el sobreseimiento provisional para otras dos de las personas investigadas. Esto --añade el auto-- se debe a que "a la vista del resultado de las diligencias de investigación llevadas a cabo en relación con dicha especialidad y los citados investigados, no resulta debidamente justificada la perpetración del delito".

Cabe recordar que este escándalo, que salió a la luz en 2018, supuso la dimisión del entonces consejero de Salud, Jon Darpón, que abandonó el cargo en marzo de 2019.

También se vieron obligados a renunciar a sus cargos la directora general de Osakidetza, María Jesús Múgica, el director de Recursos Humanos de Osakidetza, Juan Carlos Soto, y el subdirector, Xabier Balerdi.

Los hechos se conocieron a raíz de varias de denuncias sindicales sobre posibles filtraciones de exámenes en las especialidades de Anestesia y Angiología. Luego el número de categorías bajo sospecha fue aumentando progresivamente. 

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