La historia de Euskadi que emocionó a Barack Obama y que hizo que mostrase interés por el territorio vasco
- Se trata de la historia del abuelo del exalcalde de David Bieter, que emigró a América y que consiguió emocionar a Obama.
- Más información: Esta es la isla francesa que tiene la bandera de Euskadi: cerca de Canadá y no pertenece a la Unión Europea.
Madrid tiene su propia glorieta de Bilbao y el metro con su mismo nombre. En Extremadura se encuentra la Torre Julia, el campanario de la iglesia románica Santa María la Mayor del siglo XIII, que cuenta con el escudo del Athletic Club en uno de sus 52 capiteles. Benidorm, por su parte, recoge una calle vasca marcada por extensas barras de pintxos, al igual que Barcelona.
Euskadi está en todos lados. A los vascos nos guardan cariño en todas partes de España, pero también en el mundo. Desde Estados Unidos, donde el deporte Jai Alai es popular en la ciudad de Miami, hasta en diferentes países de América o Europa que albergan casas vascas. Estamos en boca y en oídos de todos, incluso en los del expresidente estadounidense Barack Obama.
La historia vasca que enamoró a Obama
Al antiguo presidente de Estados Unidos le emocionó no una calle vasca o unos lugares con detalles o deportes vascos, sino una historia de un pastor de Larrabetzu, un pequeño y precioso pueblo en Bizkaia. Todo fue gracias al exalcalde vasco-americano David Bieter, muy conocido en la comunidad vasca de Boise (Idaho, EE. UU.), que dio a conocer las vivencias de su abuelo al expresidente.
Se trata de la historia de un pastor de larrabetzuarra que emigró a América y que consiguió emocionar a Obama, tal y como expone EITB en su artículo La historia de un pastor de Larrabetzu fascina a Obama. El exalcalde de Boise y nieto de un pastor vasco del pueblo vizcaíno contó, mientras compartía viaje en el Air Force One con destino a Idaho, cómo vivía su abuelo la vida en Euskadi.
El expresidente norteamericano quedó completamente asombrado por las "andanzas de los pastores vascos" y mostró especial interés en el territorio vasco. Esta misma historia que contó Bieter sirvió para el inicio de un discurso que dio Obama en Idaho "sobre la situación económica de la clase media".
El discurso decía lo siguiente: "Y un par de personas que quiero mencionar, vuestro alcalde, el alcalde Bieter, está aquí. Ha volado conmigo en el Air Force One. No ha roto nada. Ha sido impresionante que cuando estábamos de camino, me haya contado la historia de su abuelo, un inmigrante de la región vasca, y me ha contado cómo trabajó como pastor. Pasó cinco años en las montañas, e iba a la ciudad solo durante dos meses al año, y el resto del tiempo lo pasaba allí. Me imagino que su abuelo era un tipo bastante duro, porque yo he estado allí, y hace bastante frío en las montañas".
Y es que las historias del País Vasco siempre quedan grabadas en los corazones no solo de los vascos, sino de cualquier tipo de oyente. Es un territorio con un encanto único que siempre ha conseguido enganchar por su cultura inigualable y muy especial.