Miles de personas han recorrido las calles de las tres capitales vascas este 8-M, día de la Mujer, para reivindicar la lucha feminista. Vitoria y San Sebastián, esta mañana, y Bilbao, esta tarde han acogido las multitudinarias manifestaciones organizadas por diferentes colectivos bajo el lema: "Contra el fascismo, valentía y alianzas feministas".
'Erasorik ez erantzunik gabe' -No ataques sin respuesta-; 'Matxirulo entzun, pim pam pum' -Machirulo escucha, pim, pam pum-; 'Matxismoak hiltzen gaitu' -El machismo nos mata- y 'Los trans también estamos aquí", son algunos de los gritos que se han podido escuchar este 8 de marzo en las calles vascas.
En Bilbao, la concentración más multitudinaria, miles de personas han recorrido la arteria principal, Gran Vía, desde las 18:00 horas tras una pancarta con el lema de las manifestaciones y con ambiente festivo animado por una batucada.
Como viene siendo habitual, y también ha ocurrido en las convocatorias de las otras dos capitales vascas, a su paso por diferentes calles se han ido uniendo diferentes colectivos, como trabajadoras del hogar y de los cuidados, mujeres migrantes sin padrón, pensionistas y sindicatos como ELA, LAB, ESK o Steilas.
En este caso, también se ha unido un grupo disfrazado de las mujeres vestidas de rojo de 'El cuento de la criada', que portaban carteles en los que se leía 'alquilo mi cuerpo por nueve meses' y 'no solo los golpes duelen'.
"La osadía feminista frente al crecimiento del fascismo"
La portavoz del Movimiento Feminista, Bego Mera, ha destacado en declaraciones a los medios de comunicación, que esta manifestación reivindica "la osadía feminista frente al crecimiento del fascismo": "Estamos preocupadas por el crecimiento del fascismo, porque sabemos que la extrema derecha tiene especial interés en oprimir a las mujeres, en quitarnos los derechos a las mujeres, a las feministas, a las migrantes y a la comunidad LGTBI"; y ha destacado que "nos van a tener delante y no aceptaremos ni un paso atrás, no retrocederemos".
Tras denunciar que la extrema derecha quiere impulsar otro modelo de sociedad "en contra de nuestros derechos, porque la soberanía de nuestros cuerpos y de nuestras libertades son una amenaza frente a su proyecto patriarcal, neoliberal, racista, colonialista, tránsfobo, euskerafobo, supremacista y ecocida" y explicar que "el miedo es una herramienta de control social"; ha insistido en que las feministas no van a dejar las calles.
"No nos vamos a paralizar por mucho que digan. Con el miedo nos quieren paralizar, nos quieren amordazar, nos quieren tapar la boca, pero estamos ahí y seguiremos adelante", ha dicho, para reclamar un movimiento feminista "fuerte" y organizado.
Y es por eso por lo que ha pedido al movimiento en particular, y a las mujeres en general, unidad, porque el feminismo "no es solo una manera de resistencia. El movimiento feminista ha cambiado la vida de mucha gente, de muchas mujeres, ha traído la libertad a muchas personas y este proyecto nos ilusiona. Es un proyecto de justicia y de libertad en el que vamos a seguir trabajando".