Habitualmente insistimos aquí en que tal vez la consejera no tenga toda la culpa, pero es ella la responsable política. Gotzone Sagardui no gana para sustos en Osakidetza. Esta misma semana la plantilla se ha puesto en pie de guerra tras una decisión bastante difícil de entender sobre 300 enfermeras que han desaparecido de las listas de contratación por carecer de requisitos legales cuando ya habían estado contratadas previamente.
Además, han resurgido los problemas burocráticos denunciados la pasada semana en relación con los trámites de la OPE del servicio de salud. Si a eso le sumamos que, como desveló hace unos días este periódico, Euskadi impide la libre elección de especialistas y enfermeras con una ley pendiente desde 2019, el panorama que nos queda es bastante desolador. Mal futuro tiene Sagardui salvo que consiga cambiar esta tendencia negativa.