Arnaldo Otegi considera que sacar a la calle a los más de 120 presos de ETA que quedan en prisión sería "una inversión para la convivencia". Se trata de esos reclusos a los que el líder de EH Bildu, al igual que el resto de la formación, sigue tratando de forma acrítica, como si fueran "presos políticos" y no miembros de una organización terrorista.
Otegi coincide con el colectivo Sare, que organizó la manifestación multitudinaria del pasado fin de semana. Una marcha que en principio estaba destinada a reivindicar los derechos de los presos etarras, algo legítimo, pero que derivó en una exigencia encubierta de una amnistía pura y dura, como denunciaron con acierto las víctimas de ETA.
Cabe recordarle a Otegi y a quienes piensen como él que esos reclusos que quedan entre rejas son precisamente, en su mayoría, quienes arrastran los más tremendos crímenes de sangre de ETA. Es decir, los asesinos como Txapote y compañía. Todos condenados por secuestrar la libertad de Euskadi, no se olvide.
Y, ya de paso, recordar que la desmemoria -esa que obvia las razones y se queda en la propaganda- es la peor receta para la convivencia. Una convivencia que en Euskadi tiene que basarse en la verdad de los hechos y no en relatos interesados.