Francisco J. Riberas, presidente ejecutivo de Gestamp / Europa Press
A pesar de que mejora algo sus números en la parte final del año, Gestamp cierra un 2024 con una importante bajada del beneficio, pasa de 281 millones de euros en 2023 a 188, que le aleja de esa cota de 300 millones de resultado positivo que conserva con holgura la otra gran multinacional vasca de automoción como es CIE Automotive.
Es seguramente esa comparativa la que desluce el balance de la firma de Francisco Riberas, que pese a todo sigue ganando dinero en un contexto más que complicado para el sector con un descenso en la producción global de vehículos. Gestamp logra de hecho sostener el nivel de facturación por encima de 12.000 millones de euros, un síntoma de fortaleza que, como contrapunto, apunta también a ciertas dificultades para obtener rentabilidad de su amplia actividad.
