Leire Díez, ni periodista ni investigadora, debería dejar el PSOE para siempre

Ni es periodista ni está escribiendo libro alguno. O esa es la sensación que tiene la enorme mayoría de españoles sobre Leire Díez, oriunda de Barakaldo que se ha convertido en uno de los personajes más célebres de la actualidad esperpéntica de la política nacional. 

Empresarios corruptos, cloacas del Estado, filtraciones interesadas, bulos por doquier... Y en medio de todo este circo está ella, esta militante del PSOE que abochorna a miles de socialistas.

Lo sucedido el miércoles en un hotel de Madrid, con su comparecencia sin preguntas y con la irrupción de Víctor de Aldama, forma ya parte de la historia más oscura de España. 

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Entre tanto bulo y tanto olor a corrupción de las instituciones, es difícil conocer quién es realmente quién, pero lo que parece evidente es que esta mujer no es una periodista de investigación ni una escritora de libros.

Ningún trabajo así se le conoce. Y todo huele a excusas de mala pagadora. Aunque eso fuera cierto, su comportamiento y explicaciones están erosionando sobremanera al Ejecutivo de Pedro Sánchez. 

Porque lo innegable es que el salto a la palestra de Leire Díez, primero, su renuncia "temporal" al carné, después, y su visita a determinados programas de televisión, por último, están haciendo un flaco favor al partido que dice amar y al Gobierno en el que ocupó cargos. 

Personajes y comportamientos así sobran en la vida pública, sean del partido que sean. Su mejor servicio a su formación sería su renuncia definitiva al carné que comparte con tantas y tantas personas decentes. 

Periodismo entre tantos bulos y tanta corrupción