La luz verde del Gobierno central a la entrada de la Sepi en el capital de Talgo supone un avance más en la operación empresarial más importante ahora mismo en Euskadi. Un paso más, por tanto, para que el presidente de Sidenor, José Antonio Jainaga, pueda controlar la empresa ferroviaria junto al resto del consorcio vasco.
La operación sigue avanzando, sí, pero al mismo tiempo continúa quedando en evidencia el impulso político que existe tras los movimientos empresariales. La palmaria ayuda del Gobierno central y del Gobierno vasco al consorcio que controlará Talgo provoca dudas entre algunos analistas económicos.
El consejero de Industria, Mikel Jauregi, aplaudió el avance y señaló la necesidad de que la sede social de la compañía regrese a Euskadi. Esa es precisamente una de las muestras de que la operación traerá cosas buenas para nuestra comunidad.
Además de esas dudas, todavía persiste cierta incertidumbre sobre la forma de refinanciar la deuda de Talgo. Parece que el asunto está bien encarrilado. Y, en todo caso, lo seguro es que quien sale beneficiado de estos movimientos es Jainaga.