Marisol, llámame Pepa
El nuevo documental sobre la actriz y cantante se estrena este fin de semana con imágenes inéditas sobre quien fuera una figura nacional
10 mayo, 2024 05:00El 9 de septiembre de 1960, una niña malagueña de 12 años, rubia, graciosa y de familia humilde, se convertía de la noche a la mañana en la mayor estrella que vería el cine español en la década de los 60. Ese día, Pepe Flores desaparecía y nacía Marisol.
La historia que hay detrás de una de las cantantes y actrices más famosas de nuestra historia ha traído ríos y ríos de tinta en los últimos sesenta años, ya que se tardó mucho en saber la realidad, hostil y despiadada, que había en el día a día de aquella niña adorable. Tuvo que apartarse del mundanal ruido hace más de tres décadas, reconvertida de nuevo en Pepa, para que saliera a la luz la verdad de aquellos años en que la España oficial, las hordas de seguidores y la industria del cine la explotaron.
Marisol, llámame Pepa escrito y dirigido por Blanca Torres es el nuevo documental que vuelve sobre aquellos años en que la niña empezó a conocer la crudeza del mundo del cine al tiempo que se convertía en un ídolo de masas, hacía giras, rodaba anuncios, viajaba por el mundo, veía su cara en revistas, recortables, tebeos y muñecas. De 1960 a 1965 protagonizaba 8 películas, Un rayo de luz, Ha llegado un ángel, Tómbola, Marisol rumbo a Río, La historia de Bienvenido, La nueva Cenicienta, Búsqueme a esa chica y Cabriola. Pero, a sus 17 años, su vida era totalmente distinta de la imagen que proyectaba. Una mentira perfectamente diseñada. Prácticamente prisionera en la casa de Manuel Goyanes, el productor que la descubrió, fue apartada de su madre que vivía en una pensión, y de las niñas de su edad para que nada la apartar de lo único que verdaderamente era importante: Hacer dinero. Se movía más entre los altos mandos del Régimen que gustaban de mirarla en las fiestas, contaría, que entre jóvenes. Y es que, después de lidiar con pensamientos suicidas y trabajar durante ochos años a razón de quince horas diarias, Marisol dijo basta. Se casó con el hijo de su productor con el que prácticamente se había criado como un hermano y trató de dar un giro a su carrera con filmes como Carola de día, Carola de noche o El taxi de los conflictos. Sin embargo, ese punto angelical y virginal que tanto dinero había movido, lo había perdido y ya nada sería lo mismo.
Sabedora de que su belleza era otra, la ya mujer escandalizó a España entera cuando posó desnuda para Interviú a la edad de 28 años. En aquel número de 1976 contó muchas de las situaciones terribles por las que pasó durante años, si bien mucho de lo que dijo pasó desapercibido detrás de las fotos que hicieron de aquel número el más vendido en la historia de la revista.
En 1975 se separó de Carlos Goyanes y en 1982 se casó con el bailarín Antonio Gades en La Habana con Fidel Castro como padrino y es que Marisol, de nuevo Pepa, fue una de las voces españolas que más aguerridamente defendieron durante la Transición al Partido Comunista. Sin embargo, cada vez se apartaba más y más de los focos y ,como hiciera Greta Garbo, finalmente se alejó del mundal ruido, se refugió en su Málaga natal y ahí vive, como una vecina más, desde más de treinta años.
En Marisol, llámame Pepe, Elvira Lindo, Enrique Cerezo, Esperanza Aguirre, Amaia Romero, Cristina Almeida, Cristina Hoyos y Nativel Preciado son sólo algunas de los personajes públicos que homenajean en este sentido documental a una de las actrices más queridas de España. Una España que, además, supo corregir sus errores y decidió respetar su derecho a apartarse del mundo.