Películas con la playa como protagonista

Qué mejor ocasión que el inicio del mes de agosto para recordar algunas de las mejores películas en que las playas y sus aguas fueron protagonistas de sus historias. Musicales, de terror, comedias y animación... con una palmerita.

La playa de los ahogados (Gerardo Herrero, 2015)

Adaptación de la famosa novela de Domingo Villar, la película se centra en la investigación de un crimen en un pueblo de pescadores que llevará a cabo el inspector Leo Caldas, un portentoso Carmelo Gómez.

Oscura, de atmósfera y con una mirada profunda al mundo de la pesca y a las costas gallegas, la película constituye un thriller poderoso lleno de momentos de auténtica angustia. Una de esas películas en las que una bellísima playa puede convertirse en un lugar aterrador.

Náufrago (Robert Zemeckis, 2000)

Toda una lección interpretativa de Tom Hanks que da vida al directivo de una compañía de envíos internacionales que será el único superviviente de un accidente aéreo. La playa en que sobrevive y aprende a vivir de una nueva manera será tan protagonista como él, un paraje al mismo tiempo maravilloso y letal que ama y teme por igual. Es una película espléndida sobre el valor del tiempo, sobre la espera, la soledad y el valor, con uno de esos finales abiertos que te invitan a soñar con las segundas oportunidades.

Tiburón (Steven Spielberg, 1975)

No por ser muy conocida está de más recordarla. Tiburón sigue siendo una de las mejores películas de la historia del cine y una de las películas de terror más completas jamás realizadas. ¿El secreto? Que la mente del espectador juega un papel fundamental a la hora de imaginarse a la aterradora criatura y música compuesta por John Williams que se ha convertido en una de las más inquietantes jamás escritas. Una obra maestra de principio a fin imposible de olvidar.

Las vacaciones del señor Hulot (Jacques Tati, 1953)

La mejor película del genial director francés Jacques Tati se centra en la tranquila vida de un balneario en el Mediterráneo cuya paz se verá alterada por la llegada del señor Hulot a quien Tati también interpretó. Será imposible no mirar entre risas y ternura cómo este hombre se mueve torpemente en un mundo al que no pertenece. Se trata, como todas las películas del director, de una crítica elegante hacia la modernidad, la tecnología y el turismo en masa. Una película visionaria.

Le llaman Bodhi (Kathryn Bigelow, 1991)

Es la peli de los surferos por antonomasia y un clásico irrenunciable de la década de los 90. En ella, un policía (Keanu Reeves) se infiltra en el mundo del surf para ir tras la pista de un grupo de atracadores de bancos. Así es como conocerá a Bodhi (Patrick Swayze), un hombre cuya relación con el surf cambiará su vida para siempre. Se trata de una película icónica, con algunas escenas de acción memorable y una de las persecuciones mejor rodadas de la historia del cine. Final icónico.

Vaina (2016)

Es una de las películas más adorables de Pixar de los últimos años ambientada en una isla del Pacífico donde una serie de personajes, leyendas y destinos escritos se dan cita en torno a una niña adorable.

Estéticamente apabullante, profundamente divertida, bien documentada, con grandes temas musicales y algunos momentos de verdadera magia Disney, Vaina es una pequeña joya que cuenta, además, con una serie de personajes secundarios, que te roban el corazón. Y qué playas…

Mamma Mia: La película (Phyllida Lloyd, 2008)

Placer culpable. Meryl Streep cantando por ABBA es demasiado tentador como para no sucumbir cada verano. La historia sucede en el pequeño hotel de una idílica isla griega donde una mujer de mediana edad que se encuentra con los tres posibles padres de su hija que, a punto de casarse, les ha invitado a su boda. La integración de las canciones del grupo sueco con las coreografías y el desmelene de todo el elenco actoral sigue haciendo las delicias de todos los amantes del musical. Divertidísima.

La playa (Danny Boyle, 2000)

Película de mochileros en Tailandia, historias pasadas y paisajes maravillosos, en el filme se unen la estética videoclipera de Danny Boyle con la intensidad interpretativa de DiCaprio que se hallaba en la cumbre de su popularidad en los años post Titanic. La belleza de las imágenes es perturbadora a cada plano lo que permite al espectador perderse en esta aventura que tiene algunos peros a nivel de guion y ninguno a nivel estético, algo corriente en las películas del director inglés. Con todo, es apabullante.

Los robinsones de los mares del Sur (Ken Annakin, 1960)

Es una de las películas Disney más redondas de la década de los 60 y está disponible en su plataforma. Cuenta la historia de supervivencia en una paradisíaca isla del sur del Pacífico de una familia europea en su viaje hacia Nueva Guinea. La forma en que tienen de convertir la playa en su nuevo hogar es divertidísima, pero no está exenta de aventuras con piratas que pondrá en peligro el pequeño equilibrio de esta familia. Además hay persecuciones, fiestas y bombas coco…