La vuelta del ‘Superman’ más refrescante de la saga

Hay regresos que son siempre esperados, aunque no haga mucho tiempo que el que se marchó se fue. Superman es uno de ellos. Y siempre lo será.  

Desde que Warner Brothers llevó al cine la primera película de Superman, hemos visto al héroe en pantalla ocho veces. A saber: Superman (1978), Superman II (1980), Superman III (1983), Superman IV (1987), Superman Returns (2006), El hombre de acero (2013), Batman vs. Superman (2016) y La liga de la Justicia (2017) que en 2021 tuvo un nuevo estreno con la versión del director Zack Snyder.

Algunas maravillosas, como la primera, algunas birriosas, como la cuarta, lo cierto es que aquel retorno de Superman en 2006, diecinueve años después del estreno de Superman IV, sí fue un verdadero hito.

Por eso, la vuelta de ahora, apenas unos años después de los desatinos de La liga de la Justicia, para muchos no era precisamente un acontecimiento cinematográfico, sino, más bien, uno oportunista, de industria, de producto.

¡¡Errror!!

Porque, ¿qué nos encontramos con este Superman? Para empezar, una película dirigida y escrita por James Gunn, el padre de Guardianes de la Galaxia, historias de testosterona, aventura, divertimento naif, color, humor e ingenio a raudales. Continuamos con un protagonista, un Clark Kent/Superman magnético y temperamental que toma las riendas del personaje con absoluta desenvoltura. Y, concluimos, con la historia en sí misma.

Superman 2025 / Fotogramas

Y es que este Superman no cuenta los orígenes del hombre de acero, no nos presenta cómo el nuevo actor se mete en la piel del superhéroe (sí, ya lo sabemos, técnicamente no es un superhéroe, pero ustedes entienden) desde sus inicios, desde su corazón de Clark Kent dividido entre la persona y el personaje, madurando, conociéndose o luchando por salir. No. Aquí somos todos muy listos y entendemos que este Clark Kent está metido a saco en su vida de periodista en el Daily Planet de Metrópolis desde hace tres años y que, de tanto en tanto, se tiene que transformar en Superman para ir haciendo de las suyas: O sea, el Bien. Sí, sí, el Bien con mayúsculas, porque Superman siempre tuvo un punto mesiánico que aquí también ostenta con orgullo.

Además, el filme se pierde en derroteros rabiosamente modernos que tienen que ver con la manipulación mediática, la inmigración o los extremismos sin olvidar nunca sus referencias kryptonianas. Y para todo esto, nuestro nuevo Superman va a ir sobrado de emociones y conflictos interiores y morales entre el hombre y el no-hombre.

Junto a este carismático David Corenswet tenemos, además, a la siempre adorable y descacharrante Rachel Brosnahan (Mrs. Maisel, para que se ubiquen) en el papel de una Lois Lane mordaz y valiente, y al impecable Nicholas Hoult, el de Jurado nº2, haciendo del siempre magnífico villano Lex Luthor. La combinación de todos estos personajes, desmelenados y divertidos, otorga al filme una ligereza de la que carecen las películas actuales de superhéroes, todas más severas y pretenciosas.

Superman no va de lo que no es. Es una película fresca, divertida, entretenida, con una clara vocación familiar que quiere captar a adeptos y neófitos y, sobre todo, hacer que la entrada de cine valga la pena. Una ligereza exquisita.