En medio de un panorama de crisis generalizado, el sector primario no es ajeno a la situación y se prepara para una crisis sin precedentes por la "tormenta perfecta" que está ocasionando la subida del gasóleo o de las materias primas como los piensos o de los fertilizantes. El precio del combustible trae de cabeza a todos los sectores y también a los ganaderos y agricultores que afrontan ya la primavera y el verano, dos periodos de intensa actividad en el campo tanto en la cosecha de productos para la alimentación humana como para el ganado. Con esta tesitura, los agricultores de Álava ya alertan de la situación delicada en la que quedan dos productos clave: la patata y la remolacha.
Estos dos alimentos son los cultivos anuales de regadío de mayor importancia en la provincia de Álava. Pero hay que tener en cuenta que su cultivo supone unos costes muy elevados y que no paran de aumentar con la tesitura económica actual. Desde Uaga, la Unión Agroganadera de Álava, cuentan a 'Crónica Vasca' que "muchos agricultores no van a sembrar patata este año".
Y dan ejemplos concretos. Hace un año, en marzo de 2021, llenar el depósito de un tractor rondaba los 325 euros, y en este momento ronda los 670. Riegan con bombeo también se vuelve sumamente caro y a esto hay que sumarle los costes de los fertilizantes: "La urea, por ejemplo, en 2020 el coste por tonelada era de 300 euros, ahora está en 1.300. Esto hace que los costes sean muy difíciles de asumir".
Nueva alternativa: el girasol
Ante esta situación, los agricultores han tenido que buscar alternativas, y una de ellas va a ser el girasol. El aceite de girasol ha sido uno de los productos que ha ido desapareciendo durante estas semanas de las baldas de los supermercados. Desde algunas cadenas como Eroski, aseguraban que costará un tiempo encontrar otros países de los que abastecerse de aceite, ya que Ucrania y Rusia eran los principales proveedores de aceite de girasol.
En el caso de los agricultores alaveses, Uaga explica que para este año sí se va a aumentar la superficie de plantación porque el entorno lo está requiriendo. "Supone menos costes que la patata, la remolacha o el maíz porque ahorra las variables de abono o regadío. Va a ser una alternativa para los agricultores que no solo quieran plantar cereal y quiera minimizar costes", explican. En este momento no hay en Euskadi empresas transformadoras para aceite de girasol, únicamente hay algún productor pequeño que hace su propio aceite, pero algo muy artesanal y anecdótico. En el caso de Navarra, Urzante si tiene aceite de girasol.
Precisamente, hace escasas horas, las diputaciones forales anunciaban, en el día 34 de guerra, las primeras medidas tributarias para paliar las derivadas económicas del conflicto. Las tres haciendas forales van a desplegar 165 millones entre aplazamientos de impuestos y ayudas directas a los sectores más afectados por las derivadas del conflicto: el transporte y el sector agroganadero. En el caso concreto de este sector, se beneficiará de un programa de ayudas directas que constarán de 2,5 millones de euros en Álava, 1,2 millones en Bizkaia y 1,7 millones en Gipuzkoa. Desde Uaga se mantienen a la expectativa para conocer más detalles y ver cómo se articulan finalmente.