Con el informe de Zedarriak y la OPA de Siemens Energy sobre Gamesa como telón de fondo, la oposición al completo ha cargado este sábado tintas contra el Gobierno y le ha acusado de carecer de una política industrial. En una tertulia en Radio Euskadi, los representantes de PNV, PSE, Bildu, Elkarrekin Podemos y PP han debatido sobre la situación de Gamesa y las perspectivas de futuro de la industria vasca.
Desde la oposición, los parlamentarios han recurrido precisamente al informe de Zedarriak sobre la pérdida de competitividad en Euskadi como ejemplo de la preocupación sobre la industria vasca. Iker Casanova, de EH Bildu, ha rescatado precisamente el documento del foro que lidera Guillermo Dorronsoro para apuntar que las "fallas" en política industrial "ahora también se dicen desde el ámbito empresarial". En opinión del que será candidato de EH Bildu a la Diputación Foral de Bizkaia, esas preocupaciones empresariales vienen a señalar que no existe el "dogma" de que el PNV es "un buen gestor", sino que hay "grandes problemas de gestión económica y de política industrial".
El parlamentario abertzale ha criticado que hay mucho en juego "en el corto plazo" y que existen "amenazas evidentes". Casanova ha afeado a los jeltzales la "baja" inversión en I+D, la "enorme dependencia" del sector de automoción o la pérdida de centros de decisión de empresas "trascendentales" como Siemens Gamesa o Euskaltel, de las que ha dicho que lo que ha sucedido con ambas compañía no es casualidad. "No hemos tenido política industrial a pesar de tener una consejera de Industria ubicua porque la derecha neoliberal piensa que la mejor política industrial es la que no existe y lo único que hemos tenido es ayudas a las empresas, pero no ha habido una visión, un liderazgo", ha rematado el parlamentario de Bildu.
En esa misma línea se ha pronunciado el parlamentario de Elkarrekin Podemos Jon Hernández, que aunque coincide en el diagnóstico de la izquierda abertzale, ha reprochado a EH Bildu el hecho de que se haya "arrogado" esa crítica a la política industrial del Gobierno vasco. Hernández ha subrayado que son más agentes -entre ellos, su partido- los que no comparten la gestión industrial de Lakua.
El PP vasco, por su parte, ha insistido en la necesidad de una fiscalidad "positiva" por boca de Luis Gordillo. El parlamentario popular también ha señalado que hace falta juntar otros factores como una mejor formación para que las empresas puedan encontrar mano de obra cualificada -este ha sido uno de los principales problemas que han subrayado recientemente las patronales vascas-, una mayor y mejor movilidad y la eliminación de trabas burocráticas. Gordillo, además, ha hecho hincapié en el daño que supuso el terrorismo para la política industrial, ya que, a su entender, muchas empresas "dejaron de invertir en Euskadi" y se perdió "una ventaja competitiva".
Críticas "no exentas de intencionalidades políticas"
Desde los partidos que conforman el Gobierno, la parlamentaria jeltzale María Eugenia Arrizabalaga ha reconocido que "existen problemas y son evidentes", pero ha defendido que la gestión está siendo positiva a tenor de datos como el de las exportaciones vascas en 2021 o medidas como las activadas por el Ejecutivo vasco para retener actividad industrial en Euskadi mediante programas o inversiones en empresas. Sobre este último asunto, Arrizabalaga ha subrayad que el Ejecutivo autonómico participa en 103 empresas, con Ulma como una de las últimas en las que ha entrado el Gobierno vasco.
"Criticar siempre es fácil", ha subrayado la parlamentaria jeltzale que ha situado las críticas a la gestión industrial como algo que "no está exento de intencionalidades políticas". "Se ha creado un relato contra la evidencia", ha añadido en una frase muy similar a aquella de la "utilización espuria" del informe de Zedarriak que pronunció el lehendakari Urkullu hace una semana.
Desde el PSE, Ekain Rico ha mostrado su preocupación por Siemens Gamesa y, en particular, por sus trabajadores. Rico ha asegurado que la eólica de Zamudio tiene "futuro en Euskadi" y está ligado a la transición energética, por lo que defenderán la continuidad de su actividad, de los empleos y de sus instalaciones en el País Vasco. El parlamentario socialista sí que ha reconocido que ha habido una "pérdida de influencia" y ha subrayado la necesidad de esforzarse por poner las herramientas para que Euskadi mantenga una industria que representa el 24% del PIB vasco.