La reordenación de Lanbide, el Servicio Vasco de Empleo, es ya una realidad a través del proyecto 'Lanbide Hobetzen', con el que el Gobierno vasco espera dotarlo de mayor eficiencia y liderazgo en la gestión del trabajo y el talento en Euskadi. El objetivo de esta iniciativa es optimizar los recursos propios, evitar duplicidades en la prestación de servicios y potenciar el papel de este organismo autónomo, convirtiéndolo de nuevo en ente público de derecho privado, forma que adoptó en sus orígenes, para “disponer de mayor agilidad” para adecuarse a las necesidades del mercado de trabajo, sumido en incesantes cambios”, tal y como explican desde la Consejería de Trabajo.
En este sentido, y adelantándose a la futura Ley Vasca de Empleo, que previsiblemente entrará en vigor antes de que finalice el año, Lanbide, que cuenta con un millar de profesionales en plantilla, incrementará el número de técnicos y orientadores de empleo en sus 43 oficinas (42 presenciales y una virtual), que pasarán de los 373 profesionales actuales a los 430, tal y como detallan desde la Consejería.
El proyecto de la Ley Vasca de Empleo, aprobado hoy por el Consejo de Gobierno, ofrece un papel protagonista a Lanbide como tractor de empleo en Euskadi. Conocidas las últimas cifras del número de cotizantes a la Seguridad Social, marzo cerró con 3.104 personas desempleadas menos que el mes anterior y 7.893 menos que en el mismo mes del año pasado, situándose el paro en 109.192 personas.
La Ley Vasca de Empleo
Tras los intentos fallidos de los predecesores en su cargo, la Vicelehendakari segunda y Consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, se enfrenta con optimismo al devenir de la Ley Vasca de Empleo que lleva desarrollando junto a su mano derecha, el viceconsejero de Empleo e Inclusión, Alfonso Gurpegui, desde su entrada en el Gobierno vasco. “Después de conseguir aprobar la Ley del Sistema Vasco de Garantía de Ingresos e Inclusión, que acaba de entrar en vigor a finales de marzo, creo que conseguiremos aprobar la Ley Vasca de Empleo en el mes de mayo o junio, por lo que su entrada en vigor será seis meses después, entre noviembre y diciembre de este mismo año”, explicaba tras la aprobación del proyecto de dicha ley hoy en el Consejo de Gobierno.
Según las previsiones de Empleo, en un plazo máximo de un año desde la aprobación de la ley por el Parlamento vasco, todos los parados de larga duración y las personas inscritas en el Servicio Vasco de Empleo que así lo soliciten, tendrán un plan de formación y orientación laboral personalizado elaborado por un tutor que le será asignado desde Lanbide. En este sentido, Mendia ha destacado que “por primera vez se va a poder exigir al servicio público de empleo un tratamiento personalizado, un traje a medida para encontrar un empleo o aspirar a uno mejor”.
De ahí este refuerzo del 15 % en la plantilla de Lanbide especializada en orientación laboral, ya que aunque puede parecer insuficiente, se completará, en palabras de Lanbide, "con el apoyo de los profesionales que forman parte del tejido colaborativo con el que cuenta Lanbide", formado por cerca de 300 organismos, entre universidades y centros formativos, centros de promoción de empleo, etc.
En busca de consenso
Con este proyecto de ley, que debe ser ahora ratificado en el Parlamento vasco, la Consejería de Idoia Mendia, responsable de la elaboración de la Ley del Sistema Vasco de Garantía de Ingresos e Inclusión, que acaba de entrar en vigor a finales del mes de marzo, prevé completar la transformación iniciada en esta legislatura con la reestructuración interna de Lanbide para anticiparse a los nuevos retos que la Ley Vasca de Empleo confiará al Sistema Vasco de Empleo. La consejera ha puesto de manifiesto que la Ley Vasca de Empleo parte del consenso entre PNV y PSE-EE, pero ha mostrado su disposición a escuchar al resto de grupos parlamentarios para aprobar el texto.