BasqueCCAM: "La automatización y la conectividad están generando oportunidades en la automoción"

El sector de la automoción se encuentra en pleno proceso de transformación para adaptarse a los nuevos retos de la movilidad exigidos por la Comisión Europea. Y es aquí donde la Movilidad Conectada, Cooperativa y Autónoma (CCAM) está cobrando fuerza para garantizar una movilidad más segura, sostenible y eficiente.

El vehículo del futuro debe apoyarse en la movilidad sostenible, tal y como destacan desde la asociación BasqueCCAM, que promueven la creación de un ecosistema de I+D para impulsar las tecnologías CCAM en Euskadi y defienden “una nueva manera de diseñar, desarrollar, gestionar y mantener vehículos, lo cual implica una serie de retos, tanto a nivel tecnológico como a nivel social o legislativo”.

Retos que tratarán de analizar en una jornada que contará con expertos del sector a nivel local pero también europeo, que se celebrará el próximo miércoles 20 de septiembre en el Edificio Central del Parque Científico y Tecnológico de Gipuzkoa, en Donostia, y en el que propiciarán un espacio de conocimiento y networking al que invitan a participar a “todos los agentes del sector y administraciones públicas motivados para formar parte del cambio”, indica Álvaro Arrue, director general de BasqueCCAM. Charlamos con él para ver hacia dónde avanza la industria de la automoción en Euskadi.

Los coches eléctricos son una de las apuestas del mercado para la movilidad del futuro. EP

-En un contexto de innovación e incertidumbre constantes como el que nos encontramos, ¿se atreve a vaticinar cómo será el vehículo del futuro del que tanto se habla?

-Bueno, se habla, y con razón, porque estamos en un momento muy interesante desde el punto de vista tecnológico y desde el punto de vista de la industria de automoción ya se ve que prosigue la tendencia de que cada vez es más importante la electrónica en los coches, ya no tanto la mecánica. Y detrás de esta electrónica hay un software de desarrollo que nos permite tener coches cada vez más eficientes. En el fondo estamos hablando de una evolución natural de la digitalización, que conlleva la sofisticación de los vehículos en ámbitos como la conectividad a Internet a través de conexiones inalámbricas móviles, o la automatización de diversas funciones para que nos ayuden en las tareas de conducción. 

Eso tampoco es una cosa nueva, pues desde hace tiempo tenemos el control de crucero, por ejemplo, que es algo que ya damos por sentado, lo que pasa es que estamos llevándolo a un siguiente nivel, con vehículos cada vez más conectados, vehículos que son capaces de comunicarse o recibir información si nos acercamos a una zona de peligro o donde se ha producido un accidente, por ejemplo, que nos informa de la trayectoria de los vehículos de nuestro entorno o de cuánto tiempo le queda al semáforo para ponerse en verde. 

Y, a su vez, son vehículos cada vez más automatizados, es decir, que nos liberan de ciertas tareas de conducción, y que además son superiores en eficiencia, sostenibilidad y seguridad.

-¿Está el mercado preparado para dar ese paso o todavía hay reticencias por parte de los conductores recelosos del control de su vehículo para garantizar su seguridad?

-Desde un punto de vista estratégico, la Comisión Europea está poniendo en marcha un programa de puesta en marcha de este tipo de soluciones. Hay un programa a nivel europeo de ayudas a la investigación para que en el año 2030 haya un despliegue de soluciones en Europa que puedan marcar una diferencia respecto a otros sistemas de movilidad.

Pero por el camino se van a seguir dando más pasos. A nivel regulatorio se ha avanzado mucho, aunque aún hay que cambiar algunas regulaciones para que se puedan desplegar todos estos sistemas y que cumplan con la legalidad vigente para que en determinadas circunstancias de la conducción se pueda permitir que el conductor, que seguirá siendo el responsable de la actuación del vehículo, no tenga que monitorizar continuamente lo que hace. Pero esto no se va a producir de cero a cien, sino que va a ser progresivo, lo cual es interesante desde un punto de vista psicológico y sociológico también.

El sector de la automoción tiene gran recorrido en Euskadi.

Dudas entre los consumidores

-En los últimos años, las matriculaciones de nuevos vehículos han descendido en Euskadi y en el resto de España, pues los compradores se encuentran con dudas a la hora de decantarse por un tipo de coche u otro en función del tipo de combustible: gasolina, diésel, híbrido o eléctrico. ¿Puede afectar esta indecisión al sector, si no es tan respaldado en cuanto a número de ventas, en la inversión en estas nuevas tecnologías?

-CCAM son una serie de tecnologías habilitadoras y de movilidad que vienen a apoyar esta transición hacia el vehículo eléctrico y potencian su desarrollo del vehículo eléctrico, pero sin olvidar al resto de tecnologías de combustión interna porque los sistemas de ayuda a la conducción son independientes del tipo de vehículo en el que estén montados. 

-La movilidad es una de las áreas en las que la ONU ha puesto el foco, ya que el transporte, que a día de hoy se realiza principalmente por carretera, se trata de uno de los sectores más contaminantes, por detrás de la industria. Los retos de sostenibilidad y de reducción de gases de efecto invernadero están ahí, sobre la mesa, pero, ¿qué es lo que podemos hacer y lo que estamos haciendo ya desde instituciones y empresas para cumplir con estos retos?

-La jornada que organizamos responde a la necesidad de crear un ecosistema de cooperación y diálogo alrededor de la movilidad y entablar una conversación en la que se expongan los retos y las dificultades, así como las posibilidades y oportunidades del sector. Hay que tener en cuenta a los diferentes actores dentro de una cadena de valor mucho más diversificada para poder hacer realidad este tipo de tecnologías en nuestras calles. Para ello es necesaria una cooperación coordinada entre la industria, las administraciones públicas y los centros de investigación y de conocimiento que están trabajando en este tipo de tecnologías porque 2030 está a la vuelta de la esquina.

Un coche en la cadena de montaje en la planta de Mercedes Vitoria. DAIMLER

-Euskadi cuenta con un tejido de la industria de la automoción muy experimentado que está apostando mucho por la innovación. En este sentido, ¿cuáles serían, a su entender, las debilidades y fortalezas que tenemos para competir en un sector tan competitivo como es éste y con actores tan importantes como China, que nos llevan años de ventaja y con unos precios inasumibles a nivel europeo?

-Sí. Es importante recordar la capacidad de innovación que hay en el País Vasco, por parte de su tejido industrial y por parte de los centros de conocimiento, con la puesta en marcha de proyectos de investigación que llevan años trabajando para avanzar en este tipo de tecnologías. Por tanto, el País Vasco cuenta con una industria muy potente, con mucha capacidad de innovación, que es punta de lanza.

-¿Cómo debe situarse Euskadi en este mercado global? ¿Cuál puede ser su nicho?

-Es importante tener en cuenta las oportunidades que generan la automatización y la conectividad en la cadena de valor y tener capacidad de innovación en esa línea.  En este sentido, creo en la industria y en su capacidad para encontrar la manera para beneficiarse de estas tecnologías. También hay un gran campo en el desarrollo de servicios de soporte, en el ámbito de la movilidad inteligente, que es interesante explorar.