Las floristerías vascas encaran Todos los Santos con "esperanza" tras un año marcado por la subida de precios

El Día de Todos los Santos es una fecha señalada para las floristerías de Euskadi. Muchas de ellas esperan durante todo el año a esta jornada que les hace embolsar en sus cuentas, en muchas ocasiones, hasta un 20% de la facturación anual total. O, al menos, así era hasta hace tres años, cuando la llegada del covid propició un descenso de las ventas y aumento de los precios para las casi 6.000 floristerías que hay en el país, las cuales facturaban por aquel entonces unos 600 millones de euros al año. 

La situación ahora es más compleja. La subida de los precios de producción ha provocado directamente un aumento en los precios de venta y, como consecuencia, una caída de las compras en estos comercios. Este 1 de octubre los floristas vascos miran la jornada con la esperanza de que esta festividad pueda hacerles recuperar cierto margen de beneficio. Desde la Asociación de Floristas Españoles (AEFI) estiman que cada cliente gastará de media unos 40 euros, una cifra bastante similar a la de años anteriores y donde imperará lo tradicional, flores clásicas como el crisantemo, el clavel, el gladiolo, el lirio, la rosa, el lilium y el anturio en distintas tonalidades.  

Poco a poco, las floristerías de Euskadi han ido recuperando sus ventas. Muchas de ellas, ya confirman que han recuperado las cifras previas a la pandemia, como es el caso de la Floristería Baigorri de San Sebastián. Este comercio guipuzcoano, en pie desde abril de 1995, está teniendo un volumen de negocio "bastante parecido al de otros años". En su caso, el Día de Todos los Santos es muy significativo, pues calculan que las ventas de esta jornada rondan el 20% de su facturación anual. Aunque se han visto obligados a incrementar algo los precios de sus productos, alrededor de un 5%, desde Baigorri señalan que sus clientes suelen gastar una media de entre 80 y 100 euros en esta fecha tan señalada. 

Misma estimación hace la dueña de Flores Maribel, una floristería con más de 30 años de experiencia ubicada en el cementerio de El Salvador. Explica que cada año, por estas fechas, se la tienen que jugar para vender, "hacemos una estimación, que puede variar dependiendo de muchos factores, como el clima. Si hace frío o llueve, viene mucha menos gente, por lo que perdemos producto". 

Asegura que en su floristería la mayoría de precios no han variado "porque mi ética me lo impide", aunque confiesa que "la gente ahora gasta menos, porque esto es un bien prescindible". Pero señala varias excepciones, como los claveles que son importados del extranjero: "Los gastos como el transporte han subido mucho, por eso me he visto obligada a subir el precio de algunos productos. No los he subido un 10%, que es lo que han subido en las grandes superficies, pero un poco sí".  

Los precios se han triplicado en el último mes

También los han subido en el vivero Ortuberri, situado en Iurreta (Bizkaia). Su dueño, Jabier Beaskoetxea lleva ocho años cultivando plantas y flores en Oromiño y asegura que nunca se había visto obligado a subirlos hasta ahora: "O lo incrementamos o perdemos dinero, porque los precios que nos repercuten a nosotros están desorbitados", señala. Los abonos que él utiliza para cultivar su superficie, de más de 100 metros cuadrados se han multiplicado por tres en los últimos meses, por ello han elevado un poco los precios aunque "aún así haciendo el mismo trabajo, ganamos mucho menos que antes". 

Admite que el día de Todos los Santos supone una facturación muy importante aunque, en este caso, explica que ellos no han notado que la gente compre menos. "Estamos aumentando las ventas, nos movemos por todo Euskadi y la gente compra", pese a eso insiste en que el modelo de negocio ha cambiado en los últimos años y ahora mucha gente se decanta por productos de venta en grandes superficies, algo que a su empresa "le ha perjudicado. Nos hemos recuperado de la pandemia sí, pero porque nos movemos. Aunque las instituciones no nos lo facilitan", concluye.